Un artículo para pensar,
por Nxu Zänä
Contra la teoría Queer
(desde una perspectiva indígena)
Miércoles 27 de octubre de 2010, por Nxu Zänä
En primera instancia deseo aclarar porqué el título especifica “Contra”
sabiendo que suena agresivo, no puedo más que decir que el escrito dirá por sí
solo que está dirigido a generar una crítica a la teoría queer, pues asumo como
varias y varios de sus críticos que en un esfuerzo de generar un discurso y
teoría alternativo más bien se convierte en un arma del sistema, de ahí la
necesidad de escribir en contra de dicha teoría.
Empezaré por aclarar que soy una mujer indígena que ha tenido la posibilidad de
estudiar y leer cosas que una gran mayoría de mis hermanas y hermanos no han
podido debido a falta de oportunidades, falta de recursos económicos, en pocas
palabras por la opresión de un sistema que nos discrimina, violenta, extermina
porque no coincidimos con su forma de concebir el “desarrollo”, el “progreso”,
el “trabajo”, el “éxito”, la “explotación de recursos”, así pues nos despojan
de nuestras tierras, nuestra voz, nuestras lenguas, nuestras costumbres,
nuestras culturas, nuestros entornos ecológicos, nuestros conocimientos para
que aprendamos “su” forma de vivir, una forma de vivir que consideran “mejor” a
la nuestra, que finalmente es una imposición.
Este escrito surge de la preocupación de observar el avance del mundo globalizado
y conocer la teoría queer y el papel que juega en este contexto, por lo tanto
mencionaré sólo algunos de los principales supuestos de dicha teoría y el
cuestionamiento que le hago al respecto como mujer indígena.
Comenzaré por la autodenominación queer, es sabido que dicha palabra fue usada
como un medio de denominar de manera despectiva a homosexuales y lesbianas,
siendo que algunos sectores decidieron usarla como una forma de orgullo contra
las actitudes homofóbicas de las sociedades anglosajonas, así pues podríamos
decir que esto dio el inicio de un movimiento bajo dicha denominación. Por lo
que se intenta dar un sentido de rebeldía a la forma de autodenominarse, pues
se enfrenta a la sociedad bajo sus mismos términos pero con un aire de orgullo
y defensa de su condición despreciada ante los ojos de los “normales”. Bajo
dicha apropiación se genera el discurso queer que comienza a cuestionar las
identidades y categorías que varios movimientos usamos para la defensa de
nuestros derechos, de nuestra forma de vida, de nuestras culturas tales como el
género, la clase y la raza argumentando que no debemos usarlas porque
finalmente son términos acuñados desde la experiencia histórica y opresiva de
un sistema como el patriarcado, el colonialismo, el capitalismo y el racismo.
De manera que deberíamos diluir el ser hombre, el ser mujer, el ser indígena,
el ser blanc@, el ser negr@, el ser latin@ o europe@, el ser obrer@, el ser
polític@, el ser proletari@ o burgués. En lugar de esto se propone una
“hibridación” como una forma de resistencia contra la homogenización
globalizante y se enaltece la individualidad con las múltiples variables y
diferencias que implica donde la afinidad de intereses sustituya a la
identidad.
Al respecto surgen las siguientes preguntas si ell@s marcaron el derecho de
autodenominarse queer como una forma de respuesta a la homofobia del sistema
¿por qué a mí y a los pueblos indígenas ha de negársenos la posibilidad de
autodenominarnos indígenas? Si finalmente el término “indígena” fue acuñado
dentro de un sistema de opresión para diferenciar al hombre blanco europeo
civilizado de nosotras y nosotros (situación similar a la apropiación del
término queer), por lo tanto tengo y asumo el derecho de retomar la categoría
para autodenominarme frente al sistema que intenta dominarme y que es racista,
finalmente su acción es equivalente a la nuestra puesto que la palabra queer
también deviene de un sistema homofóbico y se inserta su acción en dicho
sistema.
Por otra parte, intentar proponer una “hibridación” con la desaparición de las
identidades so pretexto de ir en contra de las tendencias homogenizadoras
¿acaso no implica en el fondo lo mismo? La identidad es un proceso dinámico,
histórico, cambiante no es lo mismo ser indígena en el siglo XVI en plena
invasión europea que serlo en el siglo XXI en plena globalización dentro de un
sistema capitalista; nuestras culturas y nuestros pueblos han tenido que
aprender a sobrevivir dentro de estos sistemas y generar formas de resistencia
contra las tendencias homogenizadoras que pretenden desaparecer las formas
sociohistóricas y culturales que subsisten pese a los embates del capitalismo.
Asimismo la identidad a diferencia de lo que los queer piensan no sólo implica
un ámbito de la vida, pues el ser indígena no representa sólo un aspecto de mi
vida, representa mi vida, nuestra vida: la forma de vivir y concebir a la vida,
la historia de mi pueblo, nuestra cultura, nuestra relación con el entorno en
que vivimos y nos desarrollamos, con la madre tierra, la forma de relacionarnos
entre nosotras y nosotros mismos.
Creo que esta gran confusión sobre la identidad surge porque su lucha la
enfocan a un solo ámbito: la sexualidad en lo individual; y porque su lucha se
ejerce contra los movimientos feministas, homosexuales y lésbicos creyendo que
estos sólo se enfocan en el género y la sexualidad; sin ver más allá y entender
que en sus inicios estos movimientos tenían un trasfondo político, económico,
social y no sólo como hoy se ve: sexo y sexualidad, preferencias, orientaciones,
derecho al placer, siendo que esto sólo es una deformación de los movimientos
dada por el sistema y los discursos médicos y comercializadores del cuerpo, del
sexo y la sexualidad.
La teoría queer pretende que la afinidad sea un medio de lucha por medio de las
diferencias de cada individualidad, así pues pueden existir tendencias queer
como tantos queer existen (lo cual es un derechos), pero esto es una falacia
pues más bien elimina la posibilidad de la organización colectiva.
Otra situación cuestionable es el hecho de pretender eliminar el ser hombre o
mujer, yo soy y me identifico como mujer, si bien no estoy de acuerdo con
muchas cosas que me enseñaron sobre el ser mujer tanto en mi cultura de origen
como en la sociedad occidental (como el hecho de que tenía que ser madre porque
de no hacerlo no me realizaba como mujer, el hecho de imponerme que debía
casarme, de que no podía disponer de mi cuerpo, no tener acceso al placer, o
que no podía ser independiente sino depender del que fuera mi marido, de que
debía dedicarme al hogar, hoy día me permiten trabajar pero además debo cumplir
con las labores del hogar por ser mujer, o incluso decirme que debo sentirme
atraída por los hombres por que si siento atracción afectiva o erótica por
otras mujeres no se considera normal); es decir me impusieron una serie de
disposiciones que debía cumplir por el hecho de ser mujer y de no hacerlo sería
juzgada, castigada, marginada, estigmatizada y hasta violentada, con esto no
estoy de acuerdo pero jamás negaría la realidad de mi cuerpo y lo que conlleva
en mi grupo, historia, vida personal y colectiva, porque desecharlo implica
negar una realidad y mi experiencia al respecto tratando de abandonarme en una
mentira.
Es innegable la realidad biológica aquel que nace macho como todo animal tiene
cierto tipo de corporeidad y atributos fisiológicos que son diferentes a las
que nacemos hembras, ellos tienen fuerza por su volumen muscular y genitales
externos, nosotras tenemos genitales internos y damos a luz por poner el ejemplo
más sencillo, si bien esta diferenciación biológica generó una construcción
social y cultural de género y sobre todo una división sexual del trabajo (que
de fondo ha sido injusta), por otra parte no puedo negar que tenemos biologías
y aspectos diferentes lo que no justifica la injusticia y violencia de que
somos sujetas las mujeres.
Y yo preguntaría a la teoría queer y aquellos que la sustentan ¿el hecho de
eliminar las categorías de hombre y mujer elimina la injusticia en la realidad
social? Dudo mucho que eliminar dichas categorías cambien el sistema, porque
más bien tendríamos que modificar todo el sistema (cosa de la que no hablan los
queer e implicaría una organización colectiva importante) para eliminar la
injusticia y violencia que por sexo se ejerce hacia la mujer, eliminar los
términos no cambia la realidad de los hechos, ¿acaso por dejar de sentirme
mujer no seré violentada, golpeada, secuestrada, violada o explotada
sexualmente? y me dirán que eso es sólo un comienzo para reconceptualizarnos,
para comenzar a cambiar pero entonces ¿de qué manera haremos el cambio si de
principio no reconocemos nuestras diferencias sustanciales que generan
injusticia y violencia?
Les pregunto ¿Cómo pretenden cambiar la realidad si pretenden vivir al margen de
ella aun dentro de ella? Decirse queer para no reconocerse hombre o mujer,
homosexual o lesbiana, indígena o blanca, obrera o política, etcétera no cambia
las relaciones sociales en las que se desenvuelven, sólo modifica su propia
subjetividad y creo que en lo individual empieza el cambio, más no es el
cambio ni conlleva acciones políticas y/o sociales efectivas para un
cambio real, sólo se convierte en la creación de un mundo aparte acomodado,
finalmente, dentro del mismo sistema que se pretende criticar.
En cuanto a la sexualidad si el sujeto se define por sus prácticas sexuales que
configuran a sexualidades no “normativas” entonces como dice la teoría queer lo
principal se centra en el juego y el placer eróticos, en ese sentido es que
enaltecen la existencia de otras sexualidades diferentes a la heterosexual y
aquellas que consideran como “liberadoras” de ahí que hagan tanto énfasis en la
bisexualidad, el sadomasoquismo, la “reinvención de la pornografía” porque
consideran que son transgresiones dando un protagonismo a la sexualidad como
nunca antes se había visto ¿Acaso el sistema en sí no le ha otorgado ya dicho
protagonismo a la sexualidad? ¿No sería en ese sentido que más bien van con la
dinámica del sistema? Entonces para ustedes la revolución comienza en las
prácticas sexuales, nuevamente en lo individual y privado, en las formas de
obtener placer ¿por qué enaltecer el uso del dildo, de le penetración anal, de
las prácticas sadomasoquistas? ¿sólo porque van en contra de las prácticas
tradicionales de la heterosexualidad? Si es así yo diría que más bien son un
sector contestatario no una revolución, ya que finalmente la sexualidad sigue
siendo (como menciona un autor catalán Oscar Guasch en su libro de la crisis de
la heterosexualidad) coitocéntrica (aunque el coito sea oral, vaginal, anal,
con los senos, en las nalgas, etcétera) falocéntrica (porque el uso del dildo
finalmente es un símbolo del falo y quiere decir que si no lo tengo de todos
modos necesito uno porque de lo contrario no está completo el acto sexual) lo
que implica que siga centrado en los atributos del hombre y que tiene como
obligación el orgasmo (porque de lo contrario no estoy sana o sano). ¿Qué de
revolucionario tiene eso? ¿Cuál es el cambio? Sólo es una diversificación
mercantilizada de la sexualidad por lo tanto es y está dentro del sistema no
fuera de él como se quiere creer y cómo nos quieren hacer creer.
Si la teoría queer y sus seguidores pretenden que me deshaga de mi identidad
como indígena y como mujer puedo con toda razón decirles: ustedes son un arma
del sistema, una corriente ideológica que promueve la globalización, la
herramienta de la homogenización pues como menciona Susana López los queer
cumplen la función final de penetrar los cuerpos marginados hasta: “legitimarlos
y anexarlos a las mismas instituciones que forman los pilares del dispositivo
de sexualidad. Para los queer la vida personal está sexualizada, y también lo
está la política y la economía, y ellos no la desexualizan, sino que proponen
otra alternativa sexualizada a lo que ya existe. No se produce por lo tanto,
una ruptura real, sino que esa alternativa se incorpora a la scientia
sexualis…”
Si consideran que “lo personal es político” y que por tanto traer la sexualidad
al espacio público para reivindicar a las sexualidades marginadas y conseguir
la emancipación y subvertir la cultura me parece que ello es erróneo porque de
fondo consideran que practicar el sexo (entendido como prácticas sexuales) es
practicar política y que en consecuencia cada vez que ejercen prácticas no
normativas están haciendo una subversión del sistema como forma de resistencia
que llevaría al cambio social, la pregunta sería ¿cómo hacer un cambio
colectivo cuando su ideología y prácticas sólo competen al ámbito privado
estrictamente: al deseo, al placer individual?
Si no existe identidad y el movimiento se basa en el deseo y placer individual
¿la lucha se constituye con la afinidad de prácticas sexuales privadas
diferenciales sólo por ir en contra del sistema normativo? ¿cómo puede esto ser
un cambio social real y de fondo? ¿cómo se pretende vincular a los “individuos”
para generar estrategias de cambio reales?
Finalmente otro problema grave que considero es que jamás se retoma para el
análisis el contexto histórico, político, social, económico, cultural actual
porque lo queer se queda en la subjetividad de cada individuo y su lucha
personal en el ejercicio del deseo y del placer en afinidad con otros
individuos que no comparten identidades, sólo la afinidad de prácticas sexuales
no normativas; por tanto consideran que la organización colectiva es imposible
y sin sentido, sólo se pretende reivindicar derechos individuales no colectivos
y es aquí donde nuevamente afirmo que esta postura es un fiel reflejo del
neoliberalismo y su antecedente el liberalismo en la búsqueda y enaltecimiento
del individuo por encima de las colectividades, asimismo conduce a la
fragmentación y el rompimiento de las resistencias y movimientos pues las
identidades implican el reconocimiento de las comunidades, atacar por tanto a
las identidades genera el ataque a las comunidades, a la organización, a los
movimientos, a las luchas sociopolíticoeconómicas y culturales, a las luchas
históricas.
Así pues, la generación de la teoría queer contribuye a la generación de un
saber que forma parte de los juegos de poder del sistema en el rompimiento de
las comunidades e identidades. En contra de las mujeres, las y los indígenas
del mundo, las y los obreros, las y los campesinos, las lesbianas, los
homosexuales, las feministas, los sindicatos, en fin la teoría queer se
convierte en el arma ideológica neoliberal perfecta basada en la individualidad
y el placer promoviendo además una forma mercantilizada de la sexualidad que
resulta opresiva, nuevamente, para la mujer, las y los niños, las y los
adolescentes, facilitando el camino para una nueva opresión y explotación de
los sexos y géneros. Y de paso servir como forma de desarticulación, desprecio
y estigmatización de los movimientos de todo tipo, en especial contra nosotros:
las y los indígenas.
Por eso como mujer e indígena escribo CONTRA la teoría queer con la esperanza
de que quien lea esto reflexione y haga una crítica severa de esta teoría y sus
postulados, con la esperanza de que quien se autodenomine queer haga una autocrítica
al respecto.
Nxu Zänä
_________________
"El tiempo se hunde en decadencia
como una vela consumida,
y a las montañas y bosques
les llega el día, les llega el día;
pero tú, amable turbamulta antigua
de los estados del ánimo nacidos del fuego,
tú no desapareces."
W. B. Yeats, 1893
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