Comparto el
artículo que me ha publicado la revista “Acontecimiento” en su último número.
¿HACIA
LA GRANJA HUMANA?
EL
GOBIERNO DE LA VIDA Y SUS DESASTRES.
“El poder
no es un medio, sino un fin en sí mismo”
Georges
Orwell
La biopolítica, el plan para gobernar, ordenar y
someter la vida y la muerte a las necesidades del poder es la esencia de
nuestro tiempo.
El control demográfico es solamente una pequeña
porción de la biopolítica, el objetivo es mucho más ambicioso, el control sobre
las decisiones vitales, las conductas, las relaciones, la salud y la muerte son
todos procesos que el poder necesita administrar para sostenerse.
El objetivo último del poder es gobernar la vida
en todas sus dimensiones. Es falsa la idea de que la mayor aspiración de los
poderosos sea el dinero, el lujo o la posesión de las cosas, el bien más
preciado es la omnipotencia que aspira al señorío sobre la naturaleza, sí, pero ante todo se afana en el dominio de los
otros; son los seres humanos, su sumisión y sometimiento, el objeto decisivo de
la gran maquinaria de control social.
En “La riqueza de las naciones” Adam Smith
plantea que la verdadera riqueza de los países reside en el trabajo, no en los
metales acumulados ni en las tierras, por ello es el manejo de los seres
humanos el principal objetivo del Estado, pero se trata ente todo de la
conversión de las personas en instrumentos puros del gran proyecto social del poder
y no únicamente sujetos productivos. El
aumento de la potestad de someter y dominar es, por sí misma, la meta de todos
los actos económicos, políticos, legislativos y culturales de la sociedad con
Estado.