EL
PROTAGONISMO DE LA INFANCIA EN EL MUNDO TRADICIONAL
Este
fin de semana, coincidiendo con la festividad de San Antonio, se ha celebrado
en Fuentelcésped, Burgos, la fiesta de la Virgen de la Nava.
Podría
verse como una clásica romería pero un detalle original la hace especialmente
interesante a mis ojos. La primera vez que asistí en Fuentelcésped a la bajada
de la Virgen desde la ermita de la Nava quedé fascinada por la belleza de las
danzas que ejecutan cada año 8 niños de entre 8 y 14 años.
Ocho
muchachos y un “Zagarrón”, un chico mayor que antes fue danzante y que es quien
enseña los bailes y dirige el grupo, desarrollan las complicadas danzas de
paloteo durante varias horas de procesión. Ataviados al gusto del siglo XVIII,
con faldas y llamativos sombreros de flores los niños y más sobrio el “Zagarrón” con camisa y pantalón blancos bailan y cruzan
los palos con una destreza asombrosa.