SOCIEDADES DE LA CONVIVENCIA Y LA LIBERTAD
LA HUELLA DEL PRIMER CRISTIANISMO EN LA CULTURA OCCIDENTAL
(Extractos de “Feminicidio o auto-construcción de la mujer”)
Para entender los cambios acaecidos en la condición política,
legal, social y de las mentalidades en lo referente a la mujer, en los siglos
VIII-XIII en el norte de la península Ibérica, hay que referirse necesariamente
al cristianismo revolucionario, que es la ideología guía de tales
transformaciones. Ello nos lleva a chocar con un producto ideológico elaborado
en las cloacas del poder (no olvidemos que A. Lerroux, el “comecuras” por
excelencia de la primera mitad del siglo XX, estaba financiado por los
servicios especiales policiales y, muy probablemente, por el ejército), el
anticlericalismo burgués, urdido en los siglos XVIII y XIX sobre todo, pero
vivo y activo hoy debido a que sigue siendo utilizado por la izquierda
institucional y cierta “radicalidad” residual para lograr sus fines políticos,
proteger al capitalismo y salvaguardar el poder del Estado. En consecuencia, es
inevitable comenzar por su refutación, con el fin de hacer posible una
interpretación objetiva y lo bastante verdadera del cristianismo como
movimiento revolucionario de las clases populares contrario al régimen
patriarcal, en particular al romano, pues el cristianismo auténtico fue siempre
anti romano.
En el cristianismo primigenio las mujeres desempeñaron una
función de primera importancia, luego ocultada, casi en su totalidad, por la
ulterior falsificación de las fuentes. Son los autores paganos los que más
inciden en ello, sorprendidos de esta movilización femenina, como consumados
patriarcalistas que eran.