Crónica de un feminicidio
Nerea me escribió hace ya casi un año, cuando descubrió mi blog y empezó a considerar que sus problemas personales eran menos personales de lo que ella había creído.
En numerosos
correos compartió conmigo la historia de su vida como una necesidad de dejar
constancia de su existencia material en este mundo y creo que tiene suficiente
entidad y trascendencia como para hacer
esta entrevista.
Nerea tiene
34 años, una larga cabellera rubio ceniza y un rostro correcto, de una belleza
tal vez fría, pero sobre todo triste, sus ojos claros miran al mundo con una
mezcla de dolor y de miedo, parecería una pobre mujer de no ser porque su más
de un metro setenta de estatura y la feminidad de sus formas la dotan de una
energía y elegancia que equilibran su melancolía.
Nerea es una
trabajadora no cualificada en una pequeña fábrica en un pueblo del norte, una
mileurista más cuya existencia es rutinaria y repetitiva dentro y fuera del
trabajo.
Su conflicto
existencial representa el de millones de mujeres condenadas y entregadas a vivir una vida que les
destruye, obligadas y resignadas a renunciar a su deseos y necesidades más
íntimos. Por ello, porque creo que su historia ayuda a comprender en primera
persona un complejísimo problema social e histórico acometí esta entrevista.
No podemos entender
el mundo sin penetrar su existencia singular y fenoménica, por eso pienso que
las entrevistas proporcionan un material inestimable para conocer la realidad e
intervenir en ella.
Entrevista a Nerea
¿Qué significa para ti ser mujer? ¿Cómo has construido tu esencia femenina?
Creo que ha sido un largo camino. Cuando era más joven pensaba que sentirse mujer estaba de
más, que todos somos iguales, mujeres y hombres ¿qué más vueltas había que
darle?
Fue alrededor
de los 30 cuando comencé a sentir la necesidad de ser madre, y luego, cuando empecé
a ver que existía la posibilidad de que nunca llegara a serlo fue cuando sentí
que ser mujer tenía importancia.
En los
últimos cuatro años me he ido dando cuenta de lo que significa tener un cuerpo
de mujer, he dedicado mucho tiempo a sentir mi cuerpo, los ciclos de mi cuerpo y
la regla. Vivo en el campo, aunque bajo al pueblo todos los días a trabajar, y la
conexión con la naturaleza, el silencio y la soledad me han permitido sentirme
mucho, conocerme. Me gusta estar recogida y silenciosa los días de la
menstruación; aunque tenga que ir a trabajar hablo poco y procuro estar sola,
creo que es un momento sagrado.
Yo vivo tres
conflictos muy grandes como mujer, el mayor de todos pensar que tal vez nunca
pueda realizarme como madre, también el no poder realizarme en el amor con un
hombre y no poder tener una vida sexual plena.
Respecto a
mi esencia femenina, creo que ahora es más potente que nunca y sin embargo mi
frustración sexual es máxima.
¿Qué quiere decir que tu frustración sexual es máxima?
¿En qué sentido lo es?
La realidad es que lo es en todos los sentidos. Si comienzo por mi vida erótica tengo que reconocer que en los últimos años ha girado en torno al auto-erotismo; no puedo decir que no reciba proposiciones pero, o bien son ofertas para una sola vez o dos a lo sumo, o las relaciones que he conseguido establecer eran tan pobres y tan frías que desaparecían solas. Creo que el auto-erotismo es muy interesante para las mujeres, me parece que en eso no coincido contigo, pero eso no quita para que desee, además, una relación con un hombre para sentir mi sexualidad completa.
Tuve una
relación buena, que recuerdo con mucho cariño, de los 22 a los 27 años, nos
entendíamos y nos queríamos, era una época en que había dinero y mucha alegría,
salíamos mucho, gastábamos mucho. Pero después de un tiempo mi pareja empezó a
beber más de la cuenta, yo le acompañaba, era una orgía alcohólica cada fin de
semana. Dejamos de tener sexo, solo bebíamos juntos. Yo me di cuenta de que
entrábamos en una deriva muy peligrosa, pero no pude convencerle de ello. Solo alcancé
a marcharme a tiempo para no terminar con el hígado destrozado.
Después todo
han sido relaciones intrascendentes, he tenido unas ocho parejas, todas han
sido idilios de poco valor y en el sexo frustrantes porque no hay deseo ni
ardor ni ansia, tampoco amor, es como una obligación se imponen, algo que se
hace por hacer. Ningún hombre me ha faltado al respeto, nadie me ha agredido
pero los veo acobardados, asustados, no me parece que les interese yo ni que
les interese el sexo verdaderamente, no tienen empuje.
Algunas de
mis experiencias sexuales de los últimos años han sido tan tristes que he
procurado borrarlas de mi mente.
Soy
consciente de que he creado un mundo de historias de amor y fantasías sexuales
que me enganchan, me gusta vivir mis ensoñaciones, me enamoro de hombres que no
conozco, de hombres a los que veo por casualidad y con los que me invento
historias y me satisfago con la masturbación mientras sueño vidas ideales.
La
sexualidad con los hombres, convertida en casi un imposible, la he sublimado en
estas fantasías, pero mi otra sexualidad, la de la maternidad, no puedo solo imaginarla,
necesito que se haga real, y es muy difícil, casi he perdido la esperanza, me
parece imposible conseguir ser madre. Los hombres huyen cuando haces cualquier
comentario al respecto, aunque yo siempre dejo claro que me haría cargo sola
del asunto.
Has dicho que piensas la posibilidad de que nunca
llegues a ser madre ¿por qué crees eso ahora que se puede llegar a maternidad
incluso sin intervención directa de los hombres?
Pensé en la
posibilidad de la inseminación artificial, empecé a informarme, sentí un asco
profundo de imaginar cómo sería aquello y supe que no podía hacerlo, que no da
igual cómo se conciba un niño, que la maternidad no puede empezar así, que
ningún ser humano debería comenzar su existencia en un tanque de hidrógeno
líquido. Aún hoy lo pienso y me asquea.
Ante mi
estado de angustia uno de mis amigos se ofreció a preñarme, pero sentí que
tampoco podía ser de esa manera, el no me deseaba, tendría que ser un acto muy
forzado, muy poco natural, además me parece muy difícil que en esas condiciones
se produzca el milagro, pienso que no me hubiera quedado embarazada y hubiera
sido una derrota más a añadir. No, no se puede hacer eso por caridad, sería
repugnante.
No necesito
una pareja, pero creo que el embarazo tiene que venir de un acto en el que haya
deseo y haya fuerza, en el que dos cuerpos se busquen desesperadamente, con
ansia, tiene que ser un momento único, aunque luego no se repita y no estoy
segura de que yo pueda conseguirlo mientras
dure mi vida fértil. Creo que eso me destruirá.
¿Qué quiere
decir que te destruirá? Esa es una afirmación terrible, supongo que la usas en
sentido figurado o simbólico.
No, no lo
digo en sentido simbólico. Nunca he pensado en suicidarme, no se trata de eso,
pero en los últimos dos años he visto que mi cuerpo se desmorona. No es
depresión, no es un simple problema mental, no es tristeza, no es ansiedad, es
que mi cuerpo se muere de alguna manera. Mi pelo casi no crece, ni mis uñas, mi
salud se derrumba, me parece que mi masa muscular y ósea va desapareciendo. Mis
reglas son cada vez más escasas, dudo que tenga ovulaciones, casi nunca estoy
lubricada, si tengo alguna relación la sequedad la hace dolorosa. Temo que la
menopausia se adelante, que esté llegando ahora, que deje de ser fértil antes
de los cuarenta.
Tengo una perra que no se quedaba preñada, empezó a tener
comportamientos raros, "adoptó" un muñeco que había por casa, lo
llevaba a todas partes. La llevé al veterinario, me dijo que estaba llena de
miomas y que eso les pasaba a muchas perras (tener miomas y volverse locas) por
la necesidad no satisfecha de tener crías. Sentí miedo y angustia al
escucharlo, yo también me siento como ella, atormentada.
En los
últimos dos años todo ha ido disminuyendo, disminuye la ansiedad pero también mi
deseo de ser madre, mi afán de tener vida sexual, casi no tengo esperanzas, me
limito a dejar pasar el tiempo, ir al trabajo, pasear, caminar y caminar sin
rumbo por el monte, y no pensar. No sé si es una depresión, ponerle un nombre
clínico no creo que sea de gran ayuda, no estoy dispuesta tomar el Prozac como
muchas de las mujeres de mi generación, eso solo nos hace más eficaces en el
trabajo pero no resuelve nuestros problemas.
Creo que
nacemos para amar, si no podemos realizarnos en el amor simplemente no somos
nada y nos morimos poco a poco como si nos mataran de hambre. El hambre de
afecto, el hambre de sexo, el hambre de maternidad, terminarán matándome.
¿Has pensado alguna vez dónde están las causas de
estos problemas?
Durante
mucho tiempo he pensado que la culpa era mía, que algo hacía mal, que tenía
mala suerte o que no era suficientemente buena para conseguir esas cosas que
deseaba. He sentido que no valía nada, que no me merecía nada.
Otras veces
les culpé a ellos, pensé que eran demasiado estúpidos, demasiado egoístas,
demasiado apáticos, que tienen miedo de las mujeres, que no saben follar, que
prefieren andar con los amigotes....
Después me
he dado cuenta de las cosas que hemos perdido las mujeres por culpa del
feminismo, que es una cosa de señoronas de clase alta, y que nos ha llevado a
este infierno, ellas están con los empresarios, no con las mujeres. Hoy solo
las ricas pueden tener hijos, nosotras estamos condenadas a ser mano de obra
para ellos. ¿Que las mujeres nos liberamos trabajando? que se vengan conmigo por las mañanas al
taller a ver si se emancipan.
Me he dado
cuenta escuchando alguna de tus charlas, que la vida de mi madre se parece
demasiado a la mía salvo porque ella tuvo dos hijos, al menos tuvo esa suerte
que yo no tendré, pero se separó pronto, ha llevado una vida de mucho trabajar
y de relaciones con los hombres siempre frustrantes, siempre obsesionada con
ellos y siempre sola. pero mi abuela no era así, ella era una mujer más
equilibrada que nosotras, no dependía de los hombres, estaba conectada a muchas
personas, a muchas actividades, las relaciones que tenían entonces las mujeres entre
ellas eran buenas, se ayudaban, tenían intimidad, se entendían, no como ahora,
ni siquiera mi madre y yo nos entendemos, todas estamos enfrentadas o tenemos
relaciones superficiales, no podemos esperar que nadie nos ayude. Estamos
solas.
Y ¿no te has planteado cuál es tu parte de
responsabilidad en tu situación?
La verdad es
que desde que empecé a seguir tu blog comencé a sentir esa responsabilidad,
pero no como antes que era un sentimiento de impotencia y de automaltrato, sino
de otra manera. Me he dado cuenta de que tenemos que pensar cuánto nos
esforzamos por las cosas, cómo nos comprometemos con lo que deseamos. Es fácil
ser víctima, es fácil quejarse, pero ahora entiendo que todos somos víctimas,
nosotras, ellos, todos, y que también somos
responsables.
Yo no sé si
hay un camino de vuelta para volver a encontrarnos y a querernos los hombres y
las mujeres pero me gustaría poder hacer algo para ayudar a que eso suceda,
creo que tú lo haces. Entender lo que nos pasa es empezar a sanar, pero no sé
si yo tengo fuerzas y cabeza para actuar.
Supongo que
necesitamos rehacernos y sentirnos capaces de luchar por lo que necesitamos,
que ese es el camino para que algo cambie pero estamos demasiado heridas, no sé si podremos sanar lo suficiente para liderar nuestro propio cambio.
¿Qué deseas para ti? ¿Qué le pedirías a los hombres?
Deseo ser
follada con fuerza, con empuje, que me chorree el semen por las piernas, ser
preñada en un acto en el que pierda la cabeza. Creo que las mujeres necesitamos
tener semen en el cuerpo, tener semen dentro, en la vagina, en la boca y en
todos los lugares donde pueda depositarse.... creo que es necesario para estar
completas, para tener salud. Para ellos nuestros fluidos también son una necesidad,
mezclar, compartir los fluidos de nuestros cuerpos es importante, nos mejora a
todos.
Pero no creo
que pudiera se sexualmente completa sin pasar por la preñez y parir y amamantar
a la criatura que venga, y darme entera a esa relación tan perfecta, tan
sagrada.
Desearía,
claro una relación de amor con un hombre, de amor intenso, físico y espiritual,
aunque casi he renunciado a ello, todo es hoy muy difícil en las relaciones.
Las hacemos casi imposibles, tenemos egos tan hinchados, no sabemos convivir.
Me gustaría
que hubiera un padre para la criatura, un padre que le enseñe el mundo, que le
muestre su capacidad de independencia...
A los
hombres me gustaría pedirles que sean viriles, que muestren su virilidad sin
miedo, no tienen que pedir perdón por ser hombres, no tienen que avergonzarse
de nada. Nosotras tampoco tenemos que avergonzarnos de ser mujeres. Deberíamos glorificar
lo que somos, no deberíamos automutilarnos.
(Foto: Manuel Jesús Pineda, trabajo de la serie "Ausencias")
No son buenos tiempos para ep amor. El miedo nos dirige y, con él, el poder nos controla. Quizás haya una revolución, pero primero tiene que ser personal, abandonando el miedo para abazar la vida. Porque la revolución no es algo que alguien hará por mosotros, es nuestra responsabilidad, personal e intransferible. Acojona, verdad? También acojona vivir como vivimos. No hay alternativa simple, la libertad y sus riesgos o la esclavitud u la sola seguridad, ilusoría, de lo conocido. Vaya mierda. Salud
ResponderEliminarNerea, un abrazo fuerte de solidaridad para ti. Ya se que decirte que somos muchas las que nos sentimos como tu no te va a consolar. Los hombres estan asustados y las mujeres tambien. Creo que en cuanto al sexo hemos perdido mucho porque en este mundo en que vivimos para todo existe manual, ya sea para poner en funcionamiento una maquina o, como no, como hacer bien el amor, se ha incidido tan machaconamente en que los hombres y las mujeres tenemos que cumplir con reglas que no se que experto de turno ha establecido para ser amantes ideales que ya todo el mundo teme a no estar a la altura. Creo que antes la gente resolvia sus cuestiones pir su cuenta, ahora vamos a esos libros de expertos para que ellos nos digan que debemos sentir. En lugar de establecer una comunicacion genuina con el hombre o viceversa, el con la mujer.pero esto es imposible si en el otro vemos a un enemigo, alguien a quien consideramos sospechosos de antemano. Quien o quienes nos ha hecho sospechar de los otros, a los autores de manuales de lo que debemos sentir, lo que debemos pensar y lo que debemos hacerson los mismos que imponen unos parametros publicitarios, un modo de vivir que no es vida autentica sino simulacro de vida que sirve al interes de los que mandan
ResponderEliminarLos hombres tienen/tenemos unos problemas similares, es el tipo de sociedad en el que vivimos, y la solución es tan fácil como compleja, porque no hay muchas alternativas de poder bajarse del carro. Es más fácil si tienes la suerte de encontrar a alguien que te apoye y comparta esa forma de entender la vida, pero aun así estamos inmersos en una sociedad que no es la más adecuada para permitirnos realizarnos como personas, ni que nos permite tampoco emanciparnos de ella.
ResponderEliminarJosé Luis Millares Lorenzo
ResponderEliminarNerea, sigue luchando, nunca hay que dejar de hacerlo. Muchos lo hacemos sabiendo que somos incomprendidos y atacados por considerar sustancial el amor entre los seres humanos, porque si no no lo seríamos. Tratamos de trasmitir este amor en nuestros actos y encontrar a mujeres que amen, al igual que a hombres, que se comprometan y responsabilise, tengan en cuenta al otro más que a si mismo, no es fácil, pero tampoco imposible
Tú testimonio, a través de casos concretos, es como se conoce la destrucción humana de la mujer (feminicidio) por el Estado y nos faltarían personas que fueran capaces de analizar la destrucción humana de los hombres.
¡Qué placer encontrar textos que hablen con y de verdad...! Se agradece en estos tiempos de discursos únicos y creencias prefabricadas a la medida de los que nos consiguen dirigir.
ResponderEliminarRecién acabo de leer la entrevista y me siento perplejo. Os explico por qué: por un lado me siento identificado (no sé si totalmente, debería releer, que lo haré, la entrevista para asegurarlo), pero sí por lo menos en gran medida con Nerea.
Siento que tengo las mismas necesidades que ella, tanto emocionales como físicas (en la medida que la biología de mi hombría me lo permite) y a la vez me siento identificado con esos hombres que ha descrito, anodinos en su sexualidad, desganados y grises, como dice Nerea, "sin empuje" (por lo menos tengo la certeza de haber sido catalogado como uno de ellos por alguna de mis parejas...) y yo mismo me he sentido así muchas veces. Cuando lo cierto es que en realidad estoy sediento de disfrutar libremente del hecho de ser hombre
Estoy llegando a la conclusión, y digo estoy porque se me acaba de ocurrir pensando en las posibles causas, que una de ellas pueda ser el control de natalidad. ¡Cuántos orgasmos, cuántas experiencias sexuales que deberían haberse sentido plenas (independientemente de haberlo sido) han quedado en nada por miedo al embarazo!
"No, porque no llegaremos a fin de mes", "no porque no nos conocemos lo suficiente", "no porque cortaría mi y/o tu carrera profesional", "no, porque no eres el prototipo de mujer que la publicidad o el cine creado por las grandes multinacionales me han inducido a desear", etc, etc. ¡Cuántas experiencias que deberían haber sido como mínimo gratificantes han quedado como pequeños recuerdos molestos que decidimos olvidar! ¡Cuánta feminidad frustrada y cuánta virilidad perdida!
PD: Repasando mi comentario antes de enviarlo, me he dado cuenta que para designar "hombría", había escrito "mi cuerpo de hombre". Suerte que me he dado cuenta a tiempo. ¡Cuántas vueltas damos a las cosas para no llamarlas por lo que son! Menos mal que uno va aprendiendo, lento, pero aprendiendo al fin y al cabo.
Un saludo a todos y un abrazo para tí, Prado.
Yo no sé como queremos que los hombres sean poderosos en la sexualidad cuando la sexualidad masculina ha sido vista como negativa y ha sido reprimida muchas veces. Yo no sé como queremos que los hombres tengan ganas de mujer cuando las mujeres se han tomado el trabajo de eliminar lo que nos gustaba de ellas. Yo no se como queremos que los hombres tengan empuje si siempre han sido ridiculizados, tachados como innecesarios y menospreciados. Al final uno acaba teniendo lo que se merece
ResponderEliminar¿A qué te refieres cuando dices " las mujeres se han tomado el trabajo de eliminar lo que nos gustaba de ellas"? ¿Qué era "eso" que hemos eliminado? no se te entiende y además se te ve bastante resentido cuando acabas con esa frase tan lapidaria "uno acaba teniendo lo que se merece".
EliminarCreo que no te va a funcionar esa táctica de acallar la critica por medio de la vergüenza. Uno puede no estar de acuerdo con alguien sin estar resentido con ese alguien. Así que no me vengas con esos rollos de mama ofendida porque no eres mi madre ni nadie para mi.
EliminarPor otra parte "uno acaba teniendo lo que se merece" no es una muestra de resentimiento por mi parte sino una invitación a hacerte responsable de tu propia vida.
Parece que no te has tomado muy bien mi pregunta, a la que atribuyes intenciones oscuras (no sé de qué "vergüenza" me hablas: has debido interpretarme mal). Te pregunté por simple curiosidad sobre lo que supuse como la parte más jugosa de tu comentario que no nos has querido desvelar. Si dices que "las mujeres se han tomado el trabajo de eliminar lo que nos gustaba de ellas", entiende que como mujer me interese conocer que es "eso" que hemos eliminado por si lo puedo extrapolar a mi propia experiencia y resulta que la parte oculta de tu comentario da sentido a preguntas sin respuesta de hechos y vivencias del pasado que me condicionaron o influyeron mucho a la hora de dar el paso de asumir una relación de pareja estable. Aparte de la curiosidad, me pareció interesante abrir un debate al respecto, aunque me has dejado claro con tu respuesta que en este tema el debate es muy difícil, por no decir imposible. Feliz año.
EliminarDado que no puedes saber como me he tomado tu pregunta creo que tratas de desacreditarme dando a entender que estoy loco. Tampoco he interpretado mal tu intención de acallar una critica por medio de la vergüenza, es una de las maniobras tan clásicas de los que quieren evitar el dialogo que existen manuales para no caer en la trampa. Me parece muy poco inteligente por tu parte reducir lo que digo a un problema psicológico. Como si fueran imaginaciones mías que estamos asistiendo a un feminicidio por parte del estado y de los poderes financieros hacia la mujer del pueblo.
EliminarLo que a muchos nos hubiera gustado habría sido formar una relación basada en el cuidado mutuo y en la buena fe. Esa capacidad que tenían las mujeres del pueblo anteriores pero que ahora en las mujeres actuales casi no existe.
Algún día alguien tendrá que escribir un libro titulado "Masculinicidio".
ResponderEliminarCreo que para superar una gran frustación hace falta primero enfrentarse a ella, pasar su duelo, aceptarla y después luchar para superarla. Ella está en ese camino, seguro que encontrará la fuerza para seguir porque al menos no se miente a sí misma, piensa autónomamente y sabe lo que quiere, lo que le pide todo su ser. Lo encontrará de una u otra manera, incluso asumiéndolo y siendo fértil en otras áreas de su vida, a través de la creatividad, a través de otros niños, otros cuidados. Es una decisión muy personal, yo sí me hubiera inseminado en su situación o habría intentado adoptar.
Me gusta mucho la canción de Rosa Zaragoza de la "rumba de las madres" cuando dice aquello de "María no tiene niños, pero ella también es madre: envuelve con su cariño a quien se pone delante". Es un relato muy necesario porque este tipo de frustración entre lo que te pide el cuerpo, tu mente, tu corazón, tu sexo, todo tu ser... son reales y son silenciadas. Eso no quiere decir que no nos podamos realizar sin ser madres, pero cuando una siente la llamada es como la llamada del amor, del deseo y del erotismo. ¡Es imposible reprimirla! ¿Se puede vivir una vida sin sexo, sin amor y sin erotismo? Supongo que sí, pero no la quiero, es muerte en vida.
Hay mujeres admirables en la historia que no fueron madres de hijos, sin embargo su heroismo en luchar por un mundo mejor fue su mayor acto genésico: parieron libros, ideas, luchas solidarias, no cuidaron a sus bebés pero cuidaron de sus iguales, de sus amores, de sus seres queridos, de gente que ni siquiera conocieron y fueron muy amadas, denunciaron injusticias, lo dieron todo por nada...
La historia de Nerea es terriblemente triste pero hay esperanza. Son mucho más tristes las vidas de las mujeres que sintiéndose como ella, se mienten a sí mismas y piensan que son dueñas de su vida cuando en realidad no han decidido nada, han decidido por ellas. Creo que la depresión en estos casos es el primer paso para sanar y vivir una vida plena, auténtica, sin autoengaños.
El otro día al ver un video de Rebeca Walker, una mujer que se autodenomina feminista pero que reivindica la maternidad, lo entendí mucho más claro. Ella no cuestiona el sistema económico o laboral como tal pero decía algo así como que las mujeres planeamos nuestra vida académica y profesional desde la juventud. ¿Quién no recuerda ese momento a los 16-18 años en el que tienes que plantearte ese futuro laboral? Estudiar, trabajar, lo que sea según tus circunstancias... Pues ella animaba a las mujeres a que pensaran, si deseaban ser madres, en planear activamente ese tema como quien piensa en lo laboral, tenerlo muy claro. ¿Quiero tener un hijo? ¿Cómo? ¿Con quién? ¿Cómo voy a encontrar a esa persona? Porque a ella le pasó que casi se vio en los 40 cuando se dio cuenta de todo eso y a esa edad una no es tan fértil, no es tan sencillo, a lo mejor a esa edad acabas de romper con una pareja, estás buscando el amor con otra... Yo no pienso como ella, creo que habría que dejar que las cosas fueran más espontáneas, pero la realidad es la que es y es interesante tenerlo en cuenta. ¿Os habéis dado cuenta de que planificar si vas a estudiar un máster o no es sin embargo mucho más normal que pensar en estas cuestiones vitales?
Muchos comentáis sobre la "triste" historia de Nerea. Y tenéis razón.
ResponderEliminarPero no olvidéis que esa "triste" vida la sufren el 80 % de hombres de éste país. Los movimientos para la igualdad deben dejarse de sexismos. Los problemas nos afectan y atañen a todos. Dichos movimientos por la "igualdad" deberían empezar a plantearse cómo solventar el problema de todos, parece que sólo se basan en plantear y buscar solución cuando se es mujer. Los problemas de los hombres NUNCA son tratados en NINGUNA de tantas y tantas conferencias, organismos públicos de "igualdad" etc.
Creo, sin animo de ofender y desde la modestia de mi humilde y mierda de vida, que el día en que nos planteemos de VERDAD también cuáles son los problemas y necesidades de los hombres y no SÓLO de las mujeres estaremos más cerca de resolver el problema, sino, al menos, tendremos la ecuación entera.
¡Ánimos y saludos a todos! Y por supuesto también a Nerea, por decir qué piensa, y a quién le deseo lo mejor para su bienestar, en la misma medida en la que se lo desearía a TODAS las personas indistintamente de su sexo, su raza, su cultura, etc.
Y por supuesto gracias por éste interesante blog.
La historia de Nerea es la del muro que las mujeres de las clases populares tengan o no hijos no van a dar mientras hallan jefes y jefas de rango alto y sobre todo medio dictándoles lo que tiene o no que hacer , y administrando eso ..las pequeñas dosis son los comentarios generales y lo gordo la planificación general .Pasa en Mercadona, pasa en Carrefour, .Ahí se miman a la mujeres para tener hijos y asi controlarlas, el resto, la maravillosa vivencia del asalariad@ que ha decidido con amor tener hijos pasa a la tutela de la empresa y la dedicación de las instituciones estatales....A algunas mujeres esto, que lo saben y no tienes poder, les ha colapsado la idea primera de poder ser madre sabiendo y controlando el proceso por si misma ,y con sus iguales. Hay un auténtica biopolítica natalista que pasa no se porqué desapercibida, y es que La publicidad y ciertos programas a lo Opra o el diario de ..y chabacanerias así han penetrado mas en las cabezas, mentes y hasta el alma de muchas mujeres hasta limites insospechados haciéndolas creer ese cuento que saben que en la empresa no se ..La de la buena ama de casa cuidadora que embiste pero es dulce también..La domesticación está traspolada al ámbito de la empresa , el funcionariado medio y las oficinas a machamartillo, ES LA ERA DE LO DOMÉSTICO QUE LO OCUPA TODO.
ResponderEliminarY las jefas y jefes juegan con eso, porque ellos saben que exista excrecencias como Aida, y lo usan a su favor.Es un fenómenos mas español que otra cosa, ya que este nivel tan ínfimo y de tan baja estofa de estas series no se da ni en Italia .
Muy buena entrevista .
Felicidades ambas . Espero que Nerea se halla quitado un peso de encima, se expresa muy bien, me encanta .
Alejandro Díez, Alicante
Pobre chica. En lo personal, pienso que su problema queda señalado al decir:"tenemos egos tan hinchados, no sabemos convivir". Quiere pero no puede...puede pero no quiere... Yo le sugeriría adoptar. Hay muchos chiquitos en el mundo que necesitan madre, y si ya ha renunciado a tenerlo biológicamente (al declararlo con la boca, renuncia y se cumple) pero lo necesita, eso podría darle mucho sentido a una vida vacía y sin sentido. ¿Mileurista? En Sudamérica hay mujeres que viven con lo puesto y aún tienen sus hijos, los crían, los aman y se juegan por ellos. Se trata de salir del yo, lo cual es duro (más allá,yo viví unos años y conozco, es duro) y de esa especie de inercia, de hielo en el alma que tiene la gente en la Europa del neocapital y que tanto daño le hace al alma femenina. No estamos hechas para eso.
ResponderEliminarEn cuanto a sus gustos sexuales,paso :) y es raro que no tenga éxito con la fauna masculina porque describe muy bien lo que suele ser más una fantasía masculina (lo del tambo seminal) y no tanto femenina, aunque insisto: debe haber para todos los gustos. Pero no se quiere. Parece que no quisiera que la quieran. Hay mucho de egoísmo en ella misma y lo sabe,por lo tanto puede cambiarlo. Siempre que hay que dar el próximo paso... ¡si al final no queda otra!
Buena entrevista, muy sincera. Un saludo
Dejad de comeros tanto la cabeza y de pajas mentales. Comportaos y tomad como ejemplo lo mejor que nos puede ofrecer la tradición, y que le den por saco a la postmodernidad nihilista.
ResponderEliminarFuera el buscar la perfección, fuera desconfianzas, si a la comunicación, al cariño y el apoyo mutuo. Y a esos parásitos ingenieros sociales y divisionarios orwelianos del estado que no le svote ni haga caso nadie.
Estoy convencido de que cada vez más hombres, especialmente aquellos que han llegado a la treintena sin emparejar, optan por un camino nuevo, que antes apenas se conocía, basado en restringir al máximo su trato con mujeres.
ResponderEliminarPueden tener un trato incluso afectuoso con mujeres de su familia, cordial con mujeres de su entorno laboral y correcto con el resto de mujeres con las que se cruzan, pero no van a llegar a más.
Cada caso de un hombre desplumado, encarcelado, defenestrado, va dejando huella. Y no va a ser un Movimiendo organizado de reacción ante situaciones profundamente injustas y de grave insatisfacción de los hombres, sino una salida personal, individual, que se va generalizando.
Pongamos el caso de Pepito.
Pepito ha visto desde su adolescencia que las chicas de su clase se liaban con Ramses, formando él auténticos hárenes. Es una realidad social, hoy en día en España. Ha visto como amigos suyos se han convertido en auténticas sombras sin personalidad de mujeres que les mangoneaban, y muchos de ellos acababan a los pocos años divorciados a petición de ella, y malviviendo realmente, cuando no amargados en un matrimonio que les atrapa. Pepito ha tomado nota mental.
Ha ido hilvanando pensamientos y ha llegado a la conclusión de que todas aquellas que exigen mucho más de lo que dan, que luego terminan siendo amantes ocasionales de hombres muy atractivos, quizá con el tiempo le puedan buscar, pero qué es lo que se va a encontrar: Mujeres de mediana edad, con prisas enormes por formalizar, que firme papeles e hipotecas y ser madres. ¿Para qué? ¿Para estar divorciado a los pocos años?
Pepito cada vez siente más repulsión por la mujer actual, por su hedonismo, por su victimismo alimentado y alentado en los medios, por su carencia de autocrítica, por lo que él entiende como su amoralidad. Pero Pepito no se enfrenta a ellas, ni discute, ni se organiza política o socialmente, simplemente opta por un camino individual de huida.
Opta por pasar cada vez más de las mujeres.
Se da cuenta de que muchas mujeres parecen obtener más placer humillando a hombres que se les acercan que dando una oportunidad de conocerles.
Se da cuenta de que son seres vacuos que buscan que les suban el ego, que se pasan la vida conectadas al móvil a ver cuántos nuevos pretendientes les salen. Escogiendo siempre a los que están más buenos, que las follarán y dejarán con rapidez.
Y cuando llegan a una edad, empiezan a preguntarle que en qué trabaja, si vive solo... Como comerciales de banca.
Y a Pepito esas cosas, no se le escapan. Ha leído foros, tiene testimonios de conocidos. Vio aquel video de un camionero multidenunciado constantemente que terminó con su vida jodida para siempre. Y ve a las mujeres de su alrededor pendientes siempre del móvil, de facebook, del instragram... ¿Confiaría su vida en ellas? Su respuesta es no.
Puede optar como hacen algunos, por tratar de seducirlas para desaparecer después, pero eso le da pereza, es como pasar entrevistas de trabajo cada semana, someterse a un exahustivo examen para echar un polvo.
Puede recurrir a las prostitutas como hacen otros, cuando tienen ganas, pagan y se desfogan, con mujeres por lo general bastante más atractivas y complacientes para ese rato de las que podrían aspirar. Son cientos de miles de españoles los que acuden a ellas...
Puede masturbarse en silencio viendo pornografía, eso desahoga.
Pero lo cierto es que cada vez tiene menos ganas de tener una pareja, de dar explicaciones a nadie, de que nadie le controle, de tratar de complacer o contentar a nadie. Que lo suyo es suyo y a la mínima se lo van a intentar quitar cómo les ha pasado a tantos.
(continua en el siguiente post)
(cont. desde el post anterior) Pepito sabe que más de un millón y medio de españoles ya han sido denunciados por violencia de género y que eso va a más, que muchos han pasado por la cárcel, y Pepito no se quiere complicar la vida.
ResponderEliminarAsí que Pepito cada vez más se aleja de la mujer. Ha sido rechazado en su juventud, ninguneado cuando no tenía trabajo y era un casapapi, lo poco que tiene lo ha conseguido él no se lo ha regalado nadie, y no le apetece compartirlo con alguien a quien en realidad no importa, que no estuvo ahí en sus momentos malos; y solo busca su estatus, su estabilidad y su dinero a la postre.
Pepito ha logrado construir una vida ajeno a las mujeres. Fue convertido en pagafantas en la universidad, vio como sus amigos y él mismo eran frecuentemente menospreciados cuando salían a tomar copas y tratar de ligar. Ha conocido a tías, quizás, en portales de ligue, que le han parecido promiscuas y deshonestas, caprichosas y endiosadas a menudo; y no le han gustado en realidad, no le gustaría tener que convivir con alguien como ellas, capaces de mantener varias relaciones paralelas y de exigir mucho más de lo que daban.
Y Pepito, ve como van pasando los años, y cada vez necesita menos a las mujeres. No precisa de validarse a costa de su aceptación. Le es indiferente ya que le acepten o no. Ya no sufre porque le ignoren, porque él las ignora a ellas. Ha llegado a un punto de ataraxia en el cual le son completamente indiferentes, y es un punto de no retorno, que cada vez toman más sin darse cuenta, llegan al punto de que las mujeres no les interesan, a menudo las perciben como seres tóxicos y molestos, que de mala gana toleran en su ambiente, pero que nunca jamás se plantearían tener la menor relación con ellas.
Cada vez hay más pepitos. Pepitos que ya pasaron su etapa pagafantas, su etapa huelebragas, su etapa lametacones, incluso su etapa misógina. Ya no odian a las mujeres, ni les reprochan nada, si había heridas, cicatrizaron, simplemente no les interesan. No les interesa aguantar a ninguna aunque sea un par de horas su interminable cháchara basada en el yo, mi, me, conmigo, que soporta hasta en un foro, cuando se comenta cualquier cosa, y ansiosas por acaparar la atención hablan de ellas mismas una y otra vez, que no del tema que se trata, porque ellas son más importantes. Que abren hilos con cualquier excusa, simplemente para hablar de ellas, para tratar cada vez más en vano, de llamar la atención, que consiguen de algún huelebragas desesperado, que no obtendrá nada a cambio. Ya sabe cuál es su juego y no le interesa, le aburre en realidad, las mujeres le aburren, le parecen previsibles , anodinas y tóxicas.
Así que pepito cada vez se aleja más de ellas. Llega un día en que ya no le apetece tratar de quedar con ninguna, que le mire por encima del hombro o que le examine por si da la talla. Y las ve cada vez más enloquecidas y ansiosas por tener pretendientes. Escribiendo que están cachondas en el foro, sin pudor, sin vergüenza, sin respeto a sí mismas. Y hace una mueca de desagrado que le sale de dentro y piensa: prefiero estar solo, no necesito a esas personas en mi vida, no me interesan ni me aportan nada bueno.
Y es una decisión que poco a poco va tomando. Ya no le apetece tratar de impresionar a ninguna ni hacerla ver lo válido que es. No tiene ningún interés en venderse ni quedar con extrañas. Se ha acomodado a su vida y no le apetece quedar con mujeres.
Hasta que llega el punto que se ha abstraido completamente de ellas. Le son tan invisibles como el gordo granudo de la clase a la tía buena. No le interesan, ni le importan, ni le llaman la atención. Ni quiere perder más el tiempo con ellas. Y entonces pepito es libre, en su soledad, en su propio mundo, no precisa ya nada de ellas, le importan una mierda así como lo que puedan pensar o decir de él, No se va a tomar la molestia de complacer a ninguna. ¿Se ha molestado alguna en complacerle a él? Y sigue con su vida, como si ellas no existiesen.
Eso, amigos mios, es lo que han conseguido. No otra cosa.