Señuelos
sexuales en
el discurso de
Obama
En
el País de hoy aparece reseñada la noticia de que el ejército norteamericano
pone fin a la prohibición de que las mujeres entren en combate en primera fila.
Leon Panetta, el jefe del Pentágono, ha abierto las puertas a que miles de
ellas lleguen a la primera línea del frente y los comandos especiales en las
muchas guerras que el imperio tiene abiertas en todo el planeta.
Quienes
viven todavía amarrados a un discurso tan falso como caduco sobre la ausencia de la mujer del “espacio
público” tienen que felicitarse por este dato que permitirá a miles salir de la
“invisibilidad” para alcanzar la notoriedad que les corresponde defendiendo a
su país y violentando y matando a millones de mujeres, hombres y niños y niñas
en todo el mundo.
En
su discurso de toma de posesión Obama dijo
“Ahora es el deber de nuestra generación continuar lo que empezaron esos
pioneros. Porque nuestro recorrido no estará completo hasta que nuestras
esposas, nuestras madres y nuestras hijas puedan ganarse la vida como
corresponde a sus esfuerzos. (Aplausos.) Nuestro recorrido no
estará completo hasta que a nuestros hermanos y hermanas gay se les trate igual
que a todos los demás según la ley, (aplausos) porque, si nos han creado
iguales de verdad, entonces el amor que profesamos debe ser también igual para
todos” e inmediatamente el Pentágono se movilizó para recoger la cosecha de
soldados y colaboradores correspondiente.
Ha
sido una mujer precisamente, Zillah Eisenstein, quien en su libro “Señuelos
sexuales. Género, raza y guerra en la democracia imperial” denuncia el uso
estratégico que se está haciendo de la condición sexual, étnica o racial para
reforzar y refundar el imperio en el siglo XXI con el apoyo de los sectores
sociales previamente victimizados por el sistema.
Lo
planteado por Zillah se hace evidente en el discurso de Obama en el que la
cuestión racial, y, especialmente la sexual
ha pasado a ser el asunto estratégico vertebrador de su proyecto. Así es el ejército
norteamericano, es el Pentágono, el auténtico valedor de la “emancipación de
las mujeres” y de la “libertad sexual”.
Esta
situación es en realidad menos novedosa de lo que puede parecer pues ha sido
desarrollada desde el final de la Segunda Guerra Mundial dirigida siempre por la institución militar como ya analicé en "La rentabilidad militar de movilizar a los oprimidos"
Estemos atentos pues...
No hay comentarios:
Publicar un comentario