Hablamos personas desde visiones y ámbitos de experiencia distantes, desde adscripciones ideológicas divergentes y me emocionó que todos nos escuchamos con interés y respeto. Escuchar significa estar abiertos al mundo exterior y por lo tanto dejar que nos traspase la realidad y la búsqueda de los otros.
Me agrada que Laura Martínez, a la que conocí en persona esa tarde (antes nos conocíamos por internet) haya dejado un balance en su blog, un balance del que comparto muchas cosas. Por cierto en estos días estoy mirando la agenda de la mujer que Laura ha preparado, un trabajo sin duda muy creativo que podéis mirar también en su blog.
También ha hecho una comunicación Mónica Felipe-Larralde recogiendo el
espíritu común de las reflexiones compartidas hasta la madrugada en un salón
caldeado sobre todo por nuestras emociones compartidas ¡Gracias Mónica! Y ¡Gracias
Laura! Hacer este viaje de búsqueda y entrega personal en compañía, fraternalmente unidas unas a otras, es un
privilegio.
Gracias Prado! No había leído el post. Para mí también fue un placer conocerte. Abrazos!
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