“Pues no
hay mayor dolor que el dolor de ser vivo
ni mayor
pesadumbre que la vida consciente”
Rubén Darío
He intentado en esta
exposición pensar la revolución, la necesidad que este proyecto tiene de las
mujeres, de nuestra implicación más allá de sus aspectos políticos y de su superficie
para tratar de penetrar en aquellas cuestiones que nos impiden realizarnos como
personalidades de primera línea en la brega por el bien social y percibir y
comprender el conflicto interior que reprime nuestra natural necesidad de actuar y
vivir para ideales elevados.
He querido analizar
algunas de las tareas, disposiciones o formas de situarnos en el mundo que nos
permitan emprender un camino de vinculación activa al mundo y al futuro,
proyecto que deseo ante todo aplicarme a mi misma y que me gustaría compartir
con otras.
Nuestro crecimiento
como seres humanos de valía y útiles a un proyecto de revolución depende de que
asumamos las tareas necesarias en el presente sin preguntarnos si somos capaces
o estamos preparadas porque es ese asumir los quehaceres cardinales lo que nos
prepara y nos desarrolla. La aportación singular de cada una de nosotras es
insustituible con independencia de que otros lo hagan mejor porque solo la
convergencia de las aportaciones personales dará lugar a una comunidad humana
capaz de situarse como referente frente al Estado.
La foto que pongo
define muy bien la aspiración a la recuperación de una feminidad auténtica,
primaria, que integre en sí el compromiso con la historia y todos los demás
aspectos de nuestra vida de mujeres.
Hola Prado, quizá no hayas oído hablar sobre la ley NESARA. Es una normativa norteamericana que, de entrar en vigor en aquel país, acabaría con el capitalismo tal y como lo conocemos y transformaría radicalmente la sociedad. Puedes leer o descargar toda la información al respecto desde la página del periodista Rafael Palacios. Un saludo.
ResponderEliminarhttp://www.rafapal.com/?p=15473#more-15473
Muchas gracias Asun, estudiaré este asunto.
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