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"Ni cogeré las flores, ni temeré las fieras” Juan de Yepes

El fin de los ciclos festivos del pasado

El fin de los ciclos festivos del pasado




Asistimos a los últimos momentos de la celebración de la navidad, en pocos años resultará ya algo obsoleto, una realidad arqueológica que nada dirá a las generaciones más jóvenes.
En realidad hay que alegrarse de que se acabe con un ritual que carece de sentido y forma parte de las múltiples formas de la degradación social. Consumismo desbocado, excesos con la comida y el alcohol, ocasión para el enfrentamiento en las familias y programas televisivos denigrantes son el abigarrado contenido de la navidad presente.
No hay pues intención de hacer defensa de lo indefendible y únicamente me permitiré una concesión emocional  poniendo dos villancicos que recuerdan cuando se cantaba en las calles o en las  iglesias pero sin programa ni subvenciones, simplemente por haberse juntado la cuadrilla de los amigos.
Lo primero que hay que entender es que lo que hoy llamamos navidad tiene poco o nada que ver con lo que fue. La humanidad ha sacralizado desde tiempos ancestrales ciertos hitos de la naturaleza como el solsticio de invierno que coincide con la nochebuena, porque la humanidad y la naturaleza se encontraban en el mismo plano y se intervenían mutuamente. El cristianismo eligió esa señal y la asoció a la idea del nacimiento, el nacimiento de una criatura, el nacimiento de una era de la humanidad y el nacimiento de un nuevo ciclo anual. Una simbología que se materializaba de formas múltiples en las personas y en la comunidades.


Como todos los rituales festivos civilizados, también la navidad fue rito de encuentro y construcción de la colectividad que se realizaba a través de los actos de reunirse para comer, cantar colectivamente y oficiar  ciertas ceremonias con o sin carácter religioso.
Las sociedades ancestrales eran cíclicas, como lo es la vida y la naturaleza, a  los ciclos naturales y vitales se sumaba el ciclo festivo que marcaba la vida espiritual, simbólica y convivencial de la comunidad. La industrialización destruyó esas maneras de ser y estar en el mundo, el tiempo dejó de ser cíclico y marcado por el calendario para ser lineal y desarrollarse separado de la naturaleza y de la vida. Las fiestas quedaron separadas formando islas en la vida de las personas que ya no se enlazaban con toda su existencia sino que eran el tiempo de descanso entre los tiempos del trabajo. Aquello fue un gran golpe.
El franquismo acometió el siguiente gran paso para desnaturalizar el ciclo festivo y la navidad. Lo que fue una fiesta de la comunidad se convirtió en fiesta familiar. La presión para que la familia viviera tras las puertas cerradas, de espaldas a los otros y contra ellos, como núcleo xenófobo y hostil al exterior se introdujo en la fiesta que comenzó a ser interior y a respirar un aire viciado por los conflictos internos. Pero todavía había niños que provocaban alegrías y cantos, pero eso duraría poco.
Con el desplome de la natalidad, el ascenso de la religión del trabajo, la aparición de la orgía del consumo de masas y la diversión mercantilizada emerge una sociedad en la que ya no existe ninguna estructura que sostenga las formas antiguas de la fiesta. Lo que hoy se vive no tiene prácticamente nada que ver con lo que fue.
Hoy vivimos en una sociedad sin capacidades ni prácticas convivenciales, en la que ha desaparecido el lenguaje de lo simbólico y la vida espiritual, sin diversiones civilizadas ni auto-generadas, sin creatividad y sobre todo sin alegría. En este páramo ni la navidad ni ninguna otra fiesta tiene cabida.
¿Cuándo ya no queda nada, qué sentido tiene seguir conservando la cáscara vacía de lo que fue y ya no es? Tal vez ninguno, sin embargo yo me sentaré a la mesa en Nochebuena intentando encender una chispa de alegría y amor humanos porque cada brizna de civilización ha de ser cuidada como un hilo de vida.
No sabemos si seremos capaces de crear otras tradiciones, de iniciar otros ciclos que signifiquen la recuperación de la vida convivencial, simbólica, espiritual y civilizada. Estamos tocando fondo y, en esta encrucijada, puede haber salidas hacia la regeneración o hacia el desastre pero mientras estas incógnitas se despejan, ¡Felices Pascuas!


11 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, salvo en que se perderá la tradición, más bien se transformará más aun en negocio puro, es demasiado rentable para pensar en que sea sustituida por otra pantomima.

    Saludos y... Felices pascuas.

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  2. ¡Felices Pascuas!

    José Mª

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  3. A la espera de esos villancicos o no los encuentro.
    La natividad muy bonita y realista.
    Un abrazo Prado

    José Mª

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    1. Tienes que ir a la página principal porque están como entradas independientes del texto, es por motivos de mi incompetencia informática,no supe hacerlo de otra manera.

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  4. Para nosotros los catolicos, la navidad tiene un significado bastante profundo, el que Dios se haya hecho hombre es trascendental para el impacto que implica que Dios estuviera entre nosotros, no en la boveda celeste, inalcanzable, sino aqui, justo entre nosotros. Mas que desaparecer y resignarnos a ello yo en lo personal guardo la esperanza de rescatar en las nuevas generaciones la busqueda del sentido profundo de las cosas, que es justo lo que nos sostiene por que es justo lo que necesitamos, no hay vuelta de hoja. A diario llegan personas a mi consultorio con verdaderas crisis existenciales, no mentales como todo el mundo imagina, lo espiritual es basico, lo trascendente, lo esencial. Justo hace una semana un chico intento suicidarse, casi cada semana me llega uno con ese problema, mi estado ocupa los primeros lugares en indices de suicidio, no creo que la resignacion sea la solucion, por que seria resignarnos a la alienacion, a la perdida de lo que nos hace personas, como lo seria resignarnos a que desapareciera la heterosexualidad o la maternidad. Yo soy psicologa y tambien filosofa, le apuesto a la filosofia para ayudar a los niños y a los jovenes a rescatar eso que elmundo pretende arrebatarles.

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  5. Gracias por el aporte, Prado.

    Sin duda, una de las tareas a realizar hoy es, como bien dices, crear nuevas celebraciones, ritos, canciones, fiesta comunitarias... así como recuperar y renovar algunas de antiguas de caracter popular. Hay que generar una nueva cultura para una nueva sociedad; en esos estamos... En este sentido, por si te apetece verlo, te paso un video en el qual puedes vernos a "Demotic Band", un grupo de amigos/as y compañeros/as, bailando y cantando canciones revolucionarias en la calle, en la manifestación del 12M:
    http://blai-dalmau.blogspot.com.es/2012/11/demotic-band-cancons-pel-canvi-social.html

    Buenas fiestas! ;)

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    1. Muy interesante, muy creativo. La revolución necesita mucho de la creatividad.

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  6. Sobre lo que pasará en el futuro, no sé. No veo tan claro que sea algo arqueológico en poco tiempo. Está muy bien ensartado el lado consumista con el lado más o menos religioso, no lo veo.
    Pero si me han gustado tus aportes sociológicos sobre lo que hizo el franquismo con la navidad, algo familiar cerrado, sobre la pérdida del tiempo cíclico y las festividades como islas en medio de la recta temporal del trabajo.
    Todo eso se puede cambiar, es cuestión de mentalidad, en parte y quizás, tampoco estoy segura de ello.
    Pero sí hay fiestas nuevas que tienen poco sentido popular, son vacaciones, puentes, consumo.
    Y fieestas viejas que han perdido el sabor por el modo de vida...
    Qué tiempos más desangelados estamos viviendo.
    En todo caso

    Feliz navidad y feliz 2015

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  7. Felices Pascuas. Te deseo a tí y a los lectores.

    En mi pueblo, despues de cenar, se iba de casa en casa.
    Pero la Navidad no es una noche, sino 14 noches, distribuidas en tres partes: Nochebuena, Nochevieja y Noche Real. Es decir: Bondad, Ancianidad y Realeza.

    Y como todo está desaparecido o degradado y transformado en BASURA, sólo queda el deber de los últimos cristianos (cristianismo primordial) de pelear en esta batalla. Los últimos cristianos son los "radicales", los que se salgan del uniformismo navideño que cita Prado: consumismo, enfrentamiento familiar, alcoholizacion...

    Felices Pascuas.

    SI PUEDO, DEBO

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  8. Muchas gracias por la reflexión, me alegra ver que somos unos cuantos que lo hacemos... me gustaría compartir con vosotr@s mis proprias reflexiones, desde otra perspectiva,espero que os aporten algo interesante...http://despertandolaeducacion.com/2014/12/12/recuperar-el-significado-de-las-navidades/

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  9. Gracias por la reflexión, me alegra ver que somos un@s cuant@s que lo hacemos...me gustaría compartir mis reflexiones, de otra perspectiva...http://despertandolaeducacion.com/2014/12/12/recuperar-el-significado-de-las-navidades/

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