El fin de los ciclos festivos del pasado
Asistimos a los últimos momentos de la celebración de la navidad, en pocos años resultará ya algo obsoleto, una realidad arqueológica que nada dirá a las generaciones más jóvenes.
En realidad hay que alegrarse de que se acabe con
un ritual que carece de sentido y forma parte de las múltiples formas de la
degradación social. Consumismo desbocado, excesos con la comida y el alcohol,
ocasión para el enfrentamiento en las familias y programas televisivos
denigrantes son el abigarrado contenido de la navidad presente.
No hay pues intención de hacer defensa de lo
indefendible y únicamente me permitiré una concesión emocional poniendo dos villancicos que recuerdan cuando
se cantaba en las calles o en las
iglesias pero sin programa ni subvenciones, simplemente por haberse
juntado la cuadrilla de los amigos.
Lo primero que hay que entender es que lo que hoy
llamamos navidad tiene poco o nada que ver con lo que fue. La humanidad ha
sacralizado desde tiempos ancestrales ciertos hitos de la naturaleza como el
solsticio de invierno que coincide con la nochebuena, porque la humanidad y la
naturaleza se encontraban en el mismo plano y se intervenían mutuamente. El
cristianismo eligió esa señal y la asoció a la idea del nacimiento, el
nacimiento de una criatura, el nacimiento de una era de la humanidad y el
nacimiento de un nuevo ciclo anual. Una simbología que se materializaba de
formas múltiples en las personas y en la comunidades.
Como todos los rituales festivos civilizados, también
la navidad fue rito de encuentro y construcción de la colectividad que se
realizaba a través de los actos de reunirse para comer, cantar colectivamente y
oficiar ciertas ceremonias con o sin
carácter religioso.
Las sociedades ancestrales eran cíclicas, como lo
es la vida y la naturaleza, a los ciclos
naturales y vitales se sumaba el ciclo festivo que marcaba la vida espiritual,
simbólica y convivencial de la comunidad. La industrialización destruyó esas
maneras de ser y estar en el mundo, el tiempo dejó de ser cíclico y marcado por
el calendario para ser lineal y desarrollarse separado de la naturaleza y de la
vida. Las fiestas quedaron separadas formando islas en la vida de las personas
que ya no se enlazaban con toda su existencia sino que eran el tiempo de
descanso entre los tiempos del trabajo. Aquello fue un gran golpe.
El franquismo acometió el siguiente gran paso para
desnaturalizar el ciclo festivo y la navidad. Lo que fue una fiesta de la
comunidad se convirtió en fiesta familiar. La presión para que la familia
viviera tras las puertas cerradas, de espaldas a los otros y contra ellos, como
núcleo xenófobo y hostil al exterior se introdujo en la fiesta que comenzó a
ser interior y a respirar un aire viciado por los conflictos internos. Pero
todavía había niños que provocaban alegrías y cantos, pero eso duraría poco.
Con el desplome de la natalidad, el ascenso de la
religión del trabajo, la aparición de la orgía del consumo de masas y la
diversión mercantilizada emerge una sociedad en la que ya no existe ninguna
estructura que sostenga las formas antiguas de la fiesta. Lo que hoy se vive no
tiene prácticamente nada que ver con lo que fue.
Hoy vivimos en una sociedad sin capacidades ni prácticas
convivenciales, en la que ha desaparecido el lenguaje de lo simbólico y la vida
espiritual, sin diversiones civilizadas ni auto-generadas, sin creatividad y sobre
todo sin alegría. En este páramo ni la navidad ni ninguna otra fiesta tiene
cabida.
¿Cuándo ya no queda nada, qué sentido tiene seguir
conservando la cáscara vacía de lo que fue y ya no es? Tal vez ninguno, sin
embargo yo me sentaré a la mesa en Nochebuena intentando encender una chispa de
alegría y amor humanos porque cada brizna de civilización ha de ser cuidada
como un hilo de vida.
No sabemos si seremos capaces de crear otras
tradiciones, de iniciar otros ciclos que signifiquen la recuperación de la vida
convivencial, simbólica, espiritual y civilizada. Estamos tocando fondo y, en
esta encrucijada, puede haber salidas hacia la regeneración o hacia el desastre
pero mientras estas incógnitas se despejan, ¡Felices Pascuas!
Totalmente de acuerdo, salvo en que se perderá la tradición, más bien se transformará más aun en negocio puro, es demasiado rentable para pensar en que sea sustituida por otra pantomima.
ResponderEliminarSaludos y... Felices pascuas.
¡Felices Pascuas!
ResponderEliminarJosé Mª
A la espera de esos villancicos o no los encuentro.
ResponderEliminarLa natividad muy bonita y realista.
Un abrazo Prado
José Mª
Tienes que ir a la página principal porque están como entradas independientes del texto, es por motivos de mi incompetencia informática,no supe hacerlo de otra manera.
EliminarPara nosotros los catolicos, la navidad tiene un significado bastante profundo, el que Dios se haya hecho hombre es trascendental para el impacto que implica que Dios estuviera entre nosotros, no en la boveda celeste, inalcanzable, sino aqui, justo entre nosotros. Mas que desaparecer y resignarnos a ello yo en lo personal guardo la esperanza de rescatar en las nuevas generaciones la busqueda del sentido profundo de las cosas, que es justo lo que nos sostiene por que es justo lo que necesitamos, no hay vuelta de hoja. A diario llegan personas a mi consultorio con verdaderas crisis existenciales, no mentales como todo el mundo imagina, lo espiritual es basico, lo trascendente, lo esencial. Justo hace una semana un chico intento suicidarse, casi cada semana me llega uno con ese problema, mi estado ocupa los primeros lugares en indices de suicidio, no creo que la resignacion sea la solucion, por que seria resignarnos a la alienacion, a la perdida de lo que nos hace personas, como lo seria resignarnos a que desapareciera la heterosexualidad o la maternidad. Yo soy psicologa y tambien filosofa, le apuesto a la filosofia para ayudar a los niños y a los jovenes a rescatar eso que elmundo pretende arrebatarles.
ResponderEliminarGracias por el aporte, Prado.
ResponderEliminarSin duda, una de las tareas a realizar hoy es, como bien dices, crear nuevas celebraciones, ritos, canciones, fiesta comunitarias... así como recuperar y renovar algunas de antiguas de caracter popular. Hay que generar una nueva cultura para una nueva sociedad; en esos estamos... En este sentido, por si te apetece verlo, te paso un video en el qual puedes vernos a "Demotic Band", un grupo de amigos/as y compañeros/as, bailando y cantando canciones revolucionarias en la calle, en la manifestación del 12M:
http://blai-dalmau.blogspot.com.es/2012/11/demotic-band-cancons-pel-canvi-social.html
Buenas fiestas! ;)
Muy interesante, muy creativo. La revolución necesita mucho de la creatividad.
EliminarSobre lo que pasará en el futuro, no sé. No veo tan claro que sea algo arqueológico en poco tiempo. Está muy bien ensartado el lado consumista con el lado más o menos religioso, no lo veo.
ResponderEliminarPero si me han gustado tus aportes sociológicos sobre lo que hizo el franquismo con la navidad, algo familiar cerrado, sobre la pérdida del tiempo cíclico y las festividades como islas en medio de la recta temporal del trabajo.
Todo eso se puede cambiar, es cuestión de mentalidad, en parte y quizás, tampoco estoy segura de ello.
Pero sí hay fiestas nuevas que tienen poco sentido popular, son vacaciones, puentes, consumo.
Y fieestas viejas que han perdido el sabor por el modo de vida...
Qué tiempos más desangelados estamos viviendo.
En todo caso
Feliz navidad y feliz 2015
Felices Pascuas. Te deseo a tí y a los lectores.
ResponderEliminarEn mi pueblo, despues de cenar, se iba de casa en casa.
Pero la Navidad no es una noche, sino 14 noches, distribuidas en tres partes: Nochebuena, Nochevieja y Noche Real. Es decir: Bondad, Ancianidad y Realeza.
Y como todo está desaparecido o degradado y transformado en BASURA, sólo queda el deber de los últimos cristianos (cristianismo primordial) de pelear en esta batalla. Los últimos cristianos son los "radicales", los que se salgan del uniformismo navideño que cita Prado: consumismo, enfrentamiento familiar, alcoholizacion...
Felices Pascuas.
SI PUEDO, DEBO
Muchas gracias por la reflexión, me alegra ver que somos unos cuantos que lo hacemos... me gustaría compartir con vosotr@s mis proprias reflexiones, desde otra perspectiva,espero que os aporten algo interesante...http://despertandolaeducacion.com/2014/12/12/recuperar-el-significado-de-las-navidades/
ResponderEliminarGracias por la reflexión, me alegra ver que somos un@s cuant@s que lo hacemos...me gustaría compartir mis reflexiones, de otra perspectiva...http://despertandolaeducacion.com/2014/12/12/recuperar-el-significado-de-las-navidades/
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