Páginas

Un comentario a "Feminicidio o auto-construcción de la mujer"

Un comentario a "Feminicidio o
auto-construcción de la mujer"

Agradezco a Enrike Lopez este comentario porque un libro debe ser un organismo vivo que respira a través de cada lector o lectora y que va creciendo con nosotros.

2013-noviembre


Aupa María y Félix

Primero de todo, felicitaros por vuestro trabajo. Zorionak! (¡Que tengáis buenos augurios!) Ya quisieran muchas universidades de Humanidades ser capaces de publicar un trabajo de similar profundidad y valentía, aunque sólo fuera uno. Pero vivimos en una época en la que muchos interesados se burlan cada vez que alguna persona se atreve a mencionar la palabra verdad.

Personalmente y por mi propia vida y decisiones, me ha gustado ver que, por fin, alguien escriba con claridad acerca de los que con todo acierto llamáis profesores y profesoras funcionarios del Estado, los cuales por cierto siempre se apuntan a dirigir, orientar y, por último, que es de lo que se trata, echar a perder cualquier movimiento, impulso o decisión que surja de la sociedad o de la iniciativa popular.

No sólo coincidimos en esto, es decir, en la necesidad de hacer frente al funcionariado, la cual ha sido de alguna manera la decisión que más consecuencias ha tenido para mi vida, sino que de repente me he encontrado en vuestro trabajo con reflexiones e intuiciones que hace tiempo ya había compartido con amigas y amigos. Entre otras, la defensa de la sociedad comunitaria que tan fuerte ha sido en el País Vasco y en todo el reino de Navarra, incluidas Rioja, Norte de Burgos y Aragón y de la que hoy quedan unos rescoldos, que en la medida de lo posible, y de lo imposible, intentamos revivir. De hecho, José, un amigo del 15-M y del grupo de hombres de Santurtzi, me avisó de que vosotros habíais defendido públicamente las mismas ideas que habíamos apuntado en una charla en Santurtzi organizada por el 15-M de esta localidad la primavera del 2011 el compañero Antton Mendizabal y yo (“Alternativas al capitalismo desde Euskal Herria”).

Además, yendo más a lo personal, he manifestado en privado a amigas y amigos mi disgusto y desolación por observar una sociedad en la que todo el mundo anda divorciándose, separándose, con hijos viviendo situaciones esquizofrénicas, donde hombres solitarios vagan por las calles al haberse visto de la noche a la mañana sin casa, sin apenas relación con sus hijos e hipotecados para toda la vida, donde veo a tantas mujeres incapaces de ser felices con nada, precisamente, como los nuevos ricos, pues ambos han recibido el mensaje destructivo para cualquier persona de que tienen derecho a todo y que incluso tienen más derechos que los demás, es decir, que sus semejantes, en realidad sin haber vivido una vida de esfuerzos, sino que su vida ha sido más bien la del apogeo de la sociedad de consumo y de la glorificación de los grandes centros comerciales.

Me atrevo a decir que si el Pueblo que desde que el mundo es mundo ha hablado en euskera y hoy todavía lo habla en parte, los vascos, los navarros, han sobrevivido a muchos ataques destinados a destruir su identidad es, en este momento, cuando la nueva ideología feminista está socavando nuestra identidad como pueblo, dividiendo por primera vez en su historia con claridad los hombres de las mujeres y las mujeres de los hombres. No creo que sea el golpe de gracia, pero la confianza en el futuro no puede hacernos dejar a un lado este aspecto fundamental que atraviesa muchos aspectos de nuestras vidas. Hace poco lo habían intentado otro tipo de ideologías progresistas de corte izquierdista, pero a estas alturas ya habían fracasado.

Sin embargo, nuestro pueblo ha visto pasar por nuestra misma tierra o muy de cerca de ella muchos imperios que ya no existen y Euskal Herria sigue existiendo. Capitalismo, imperios, ideologías, partidos y constituciones pasarán, pero nuestro pequeño país perdurará. Y, para los vascos, esto es lo que cuenta en la historia y en la política, y así lo aprenden desde pequeños, generalmente en las casas, en las familias y en nuestros pueblos o caseríos.

Es una historia que cualquiera puede entender y aprender: es una historia que habla de ganar pocas veces, perder muchas y, se gane o se pierda, siempre resistir.

Voy a señalaros a continuación los pasajes de vuestro libro que más me han emocionado por su claridad y profunda verdad:
- La denuncia del victimismo en las páginas 32-22, con las notas sobre el mismo tema.
- La declaración de vuestras ideas fundamentales en las páginas 112, 113 y 114.
- Todo el capítulo de “La modernidad misógina”, que analiza la vida que ha vivido nuestra generación. En verdad me ha llegado. Incluso dentro de éste, destacaría el apartado de las beatas de la página 323 a 327, mucho más que por ser historia pasada, por su descripción de comportamientos humanos que están y van a estar aún más plenamente vigentes entre nosotros.
- No puedo olvidar las perlas que vais soltando a lo largo del libro con los testimonios concretos y vividos de mujeres luchadoras y del pueblo. Seguro que algunas frases me han emocionado tanto como a vosotros. Lo mismo puedo decir de las luchas que recogéis de algunos pueblos.

Sin embargo, poco aprendemos de los elogios y, seguramente, podemos aprender más de las derrotas y de que alguien nos diga qué es lo que no le ha gustado. Os confieso que antes de leer vuestra declaración de ideas de la página 112 en adelante, aparqué unos cuantos días el libro desolado por las terribles críticas que lanzabais en las páginas y notas anteriores contra los que seguimos el fútbol, los que admiramos algunas luchas de las comunidades islámicas y los que adoptamos algunas tribus indígenas como expresión de la resistencia de la vida comunitaria frente a los Estados modernos. En efecto, sigo el fútbol, pero no me importa como deporte, sino como religión (para mí, no hay nada de malo en ser religioso, pero sí, y mucho, en las religiones oficiales estructuradas). Daros cuenta de que en Bizkaia, donde al menos en cinco ocasiones en los últimos 200 años, hemos tenido que resistir y levantarnos en armas, el Athletic de Bilbao ha sido a veces la expresión del inconsciente colectivo. Realmente creo que la mayoría de las críticas que podéis lanzar contra el Athletic son dignas de ser oídas y aceptadas, y seguro que la mayoría son hechos incontestables, pero para muchos de nosotros el Athletic es algo más y creo que ese aspecto se os escapa. En el mundo musulmán, he admirado algunas de sus luchas, pero, no por la religión concreta en la que se encarnaban, pues también me he identificado totalmente con los independentistas cristianos de Timor Oriental contra la ocupación musulmana indonesia. Para mí, algunos grupos y luchas del mundo islámico siempre fueron una referencia, pues en sus luchas he visto la resistencia de una sociedad comunitaria que trataba de resistir a la modernidad capitalista y de los modernos imperios. Lo mismo, si no más, puedo deciros de muchas comunidades indígenas.

María y Félix, para que me entendáis he de explicaros por qué hace tiempo que no leía prácticamente nada del mundo anarquista. No porque estuviese mal escrito, pues generalmente suele estar correctamente escrito. A veces, diría yo, demasiado bien escrito. Cuando algo está tan bien escrito, ¿dónde está la metáfora?, ¿dónde está la ruptura?, ¿dónde está el salto hacia lo nuevo?

Además, nadie como el anarquismo ha hecho una crítica tan justa a la modernidad y en lo esencial está muy bien hecha. Pero lo cierto es que sus análisis te empujan al pesimismo y la desesperación y no tanto a la lucha. Destruye la subjetividad, más que la refuerza. Una chavala de la Kelo de Santurtzi de orientación anarkista expresaba desolada esta conclusión: “Tenemos razón en lo que decimos. Además, lo que está sucediendo nos da la razón, pero no somos capaces de llegar a nadie ni de atraer a nadie.” En efecto, mucha razón, pero esta cruda, crudísima crítica a la modernidad, descuida los aspectos emocionales o de inteligencia emocional. Una crítica cruda, una vez enunciada por primera vez, no lleva a nada simplemente porque la repitamos una y mil veces y, por ello, tal vez tengamos que meternos en la cocina para guisarla.

Sin embargo, suelo leer con interés todo lo que me llega relativo a Winston Churchill. También he seguido con atención el proceso de Venezuela y el liderazgo de Hugo Chávez. No me identifico especialmente con sus políticas, la verdad. Sin embargo, en estas dos vidas encuentro algo que no encuentro en las izquierdas, tampoco en los anarquistas y muy poco en el 15-M, y es el optimismo vital del que estos dos personajes controvertidos hicieron gala y, lo que es más importante para nosotros, ellos tuvieron la suficiente inteligencia emocional para transmitirlo y arrastrar a los demás. El independentismo vasco, en sus buenos momentos históricos y en sus mejores expresiones, ha conseguido despertar las emociones más íntimas y llegar al subconsciente, provocando rebeliones difíciles de explicar desde las cátedras, pero totalmente explicables, si se va a la raíz, al inconsciente, a los sentimientos. De ahí, sin duda, todos los éxitos que ha podido tener.

Si queremos desarrollar una estrategia para contestar al horror que vivimos y definir nuestros proyectos, para mí, es necesario trabajar, esforzarnos y desnudarnos en este aspecto de la inteligencia emocional. Es el impulso que lanza a la calle, a la lucha, a las mujeres y hombres del pueblo. Pero, muchas veces, no lo hemos hecho bien, no. Sin embargo, la historia nos muestra que unos pocos lo han conseguido en coyunturas históricas concretas. Es decir, lo que otras personas pudieron hacer, nosotras y nosotros como semejantes a ellas también podemos hacerlo.

Personalmente, creo que, muchas veces, he sido capaz de resistir en largos procesos de lucha, más de una vez en soledad, porque en el fondo, una parte de mí, a lo mejor no lo suficientemente grande, era insobornablemente optimista, quijotesca,… Por suerte, he sido capaz de tomar decisiones difíciles con la lógica de un niño, de un ingenuo, de un Sócrates, en dos palabras, con optimismo vital. Sin embargo, no he sido capaz de dar un salto y tener éxito entre la gente, porque no he sido capaz de conectar emocionalmente. Tal vez, otros lo logren en el futuro. Yo estaría encantado, pues he observado que aún me es fácil entusiasmarme con los logros de los demás. Os aseguro que esto último no es muy habitual entre nosotros. Necesitamos un paso adelante en este aspecto concreto del optimismo vital, pues la crítica cruda da una imagen de pesimismo y profundiza el agobio.

Amigos María y Félix, así y todo, creo que en vuestro libro hay un esfuerzo genuino por acercarse a la verdad y, por lo tanto, superáis en lo fundamental la crítica cruda y dura. Os confieso que he aprendido mucho y habéis llegado con esfuerzo más lejos que yo en vuestras meditaciones. Para terminar, recordad que en el Quijote es el bizkaino el que se toma más en serio a nuestro caballero. Es uno de los pocos, sino el único. Creo que fue Oteiza el que dijo que cuando uno tiene auténtico espíritu de vasco se identifica totalmente con este caballero de talla universal. Precisamente, eso es lo que he hecho con vuestro libro, tomarlo en la máxima consideración por el valor que habéis tenido de hacer públicas verdades que tienen un carácter universal.

Os añado al final de este escrito una fe de las erratas que he encontrado, sin buscarlas especialmente, en el libro.

Voy a seguir dándole vueltas al tema de qué hacer en el plano más práctico para difundir vuestras aportaciones.

Laster arte, hasta pronto. Besarkada, un abrazo.

Enrike Lopez









7 comentarios:

  1. Estoy buscando cómo reducir al absurdo la justificación que puso acerca del mundo del fútbol.. pero no creo que haga falta ponerlo aquí. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. A mi también me pasa como a Enrike: Siento dolor viendo a tantos matrimonios rotos, maridos que se sienten perdidos, esposas que se creen que "han ganado" y algunas que se sienten muy ufanas por éllo - algunas "listillas" también - pero que en el fondo no son felices, niños que pagan los platos rotos, etc. dtc.

    También estoy completamente de acuerdo con Enrike en que después de resistir mil embates de diferentes ataques, ahora resulta que el enemigo más peligroso para Euskalerria resulta que es, de alguna manera, el feminazismo. Pero especificaría: Las peores feminazis son precisamente las borrokas o independentistas de izquierdas, de manera que los que estan hundiendo el país son precisamente quiénes y flípense: Algunas feminazis y los borrokas que por ir de "progres" y de "solidarios" les hacen la pelota. Es increíble, pero en cierto sentido, verdadero.

    Sin embargo, estoy en profundo desacuerdo en dos cuestiones:

    a) Aquello de que a los niños se les enseña en los pueblecillos y en los caseríos que "nuestro pueblo ha visto pasar por nuestra misma tierra o muy de cerca de ella muchos imperios que ya no existen y [que] Euskal Herria sigue existiendo. Capitalismo, imperios, ideologías, partidos y constituciones pasarán, pero nuestro pequeño país perdurará" es ridículo. Les contarían esas historias de noche junto al fuego, no? Pues queda muy cool. Supongo que también les dirían que en Euskal Herria existía el matriarcalismo y que el euskera es la lengua más antigua de Europa, no? Éso no es así, te los has inventado. Eso surge como mucho con Sabino Arana y sobre todo en ámbitos urbanos, pero no en zonas profundamente rurales. Ántes los caseros no enseñaban esas cosas a sus hijos y nietecillos. El orgullo por ser vasco, de la misma manera que el orgullo por ser castellano, gallego, catalán, inglés o irlandés nunca se ha enseñado en la sociedad popular rural tradicional de manera tan burda y nazi, si no sutilmente, indirectamente, como quien no quiere la cosa, y sin entrar en detalles, hombre! Mis cuatro abuelos eran de caserío (q.e.p.d.) y te puedo asegurar que tampoco enseñaban esas cosas sus vecinos, y vivían en pueblos profundamente vascoparlantes. La gente de pueblo es o por lo menos era, muy sana y no andaban así.

    Con todos los respetos, es como para preguntarse si tienes alguna idea del mundo rural vasco, de verdad.

    b) Ya lo del fútbol, es para flipar en colores. Qué prefieres, que el Athletic gane la Champions o una Euskalerria euskaldún e independiente?

    Y por cierto, no se dice "besarkada" ("abrazo") si no "besarkada bat" (un abrazo). Vas por ahí poniendo frasecitas en euskera y encima ni siquiera los pones mal, lo cual demuestra que lo hablas muy mal, si los hablas. Siento por el tono áspero. Un fuerte abrazo y suerte!

    ResponderEliminar
  3. Anónimo 2, ya puestos a corregir, la palabra "feminazi" no existe, salvo en el lenguaje chatero. Se nota que frecuenta usted los chats.

    ResponderEliminar
  4. @anónimo, El/la que demuestra, por encima de todo, una lectura rápida e interesada de lo que dice Enrike sobre el fútbol. A este respecto, hay que resaltar que no se puede negar la importancia del fútbol como "últimos restos" comunitarios en el imaginario colectivo. Si aceptas y ves esa mercantilización del fútbol o su uso como herramienta de dominación tendrás que aceptar también su contrario: el fútbol como sentido de pertenencia, nobleza (en el sentido de valor, y no de clase) comunión con el otro cercano, respeto y admiración por el contrario. Lo sé de buena tinta, porque yo fui futbolista -mediocre- hasta los 20 años. Y fue en el fútbol, donde descubrí en extraño equilibrio la competición extrema, el ansia de conquista, el miedo al otro, la inseguridad, la violencia física y al mismo tiempo el cariño por el compañero masculino (sí, cariño por un hombre!), el respeto hacia el contrario, el buscar perdón por el dolor generado, la comunión, etc. No aceptar la dualidad del fútbol es no aceptar la dualidad. El fútbol es expresión de lo peor y lo mejor en el ser humano. Creer que existe la pureza es siempre la primera base sobre la que se afianza el totalitarismo.
    En lo que respecta al euskera: Enrike es mi profesor de euskera. Y te puedo decir que más que hablar perfectamente (eso se lo dejamos a los académicos y a los que corrigen -mal- desde posturas egotistas) lo habla con cariño y desde el valor y orgullo de pertenencia a una comunidad autogestionada. Cuando salgo de sus clases, me observo, y no veo grandes restos de la teoría sabiniana aunque sí muchos otros relacionados con la sabiduría, la serenidad, el amor hacia uno mismo y la admiración crítica.
    Sobre la masculinidad/feminidad y todo lo contrario: yo soy uno de esos participantes del grupo de hombres de Santurtzi y del 15M. Sin mi participación en el 15m (ese movimiento tan denostado por Rodrigo Mora al que todo cariño, atención y ORGULLO le presento mi credencial de sujeto-en construcción) no hubiera sido posible el cuestionamiento de los valores personales introyectados y la revolución personal que estoy emprendiendo para realizarme como persona justa, integra e igualitaria. La experiencia me ha hecho ver la profunda necesidad de abandonar cualquier tipo de ortodoxia discursiva y militante, donde he intuido con horror y pena, la tragedia de las buenas intenciones revolucionarias y su profundo machismo. ¿No es machista el rechazo de la espiritualidad, de las emociones y del cariño?. Es así como veo el feminismo militante: materialista, ortodoxo, y lineal. Es así como veo también una parte de mí, la más evidentemente superficial . Y es por esto por lo que rechazo entrar en debate sin hablar de mi mismo y de mis sentimientos de culpa (yo también soy un maltratador) y desagravio (yo también soy un maltratado) frente a las mujeres y los hombres. Y mi aceptación de "No saber" cómo resolver este problema en un contexto caótico e hiperagresivo donde tanto se estimula la pulsión de muerte y la agresión entre hombres y mujeres. Sólo sé que ya no sé. Y esto es el primer paso para la revolución.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dofusero, soy el "Anónimo 2":

      Te doy la enhorabuena por el precioso texto que has escrito contestando a mi un tanto brusco e incluso algo atolondrado comentario.

      Lo que dices del Fútbol será verdad en las categorías inferiores pero no en la Primera, ni siquiera con el Athletic, lo siento. Mira: Los futbolistas son multimillonarios y a muchos de éllos les dará igual que - por ejemplo - estés en el paro, aunque, por supuesto, no lo dirán, no sea que se arme un escándalo y la gente se desengañe. Quizás en el Athletic la empatía con el Público sea mayor pero aún y todo, bajo mi forma de ver, siguen siendo inaceptable y no deberíamos hacerles ningún caso.

      En cuanto a lo del euskera, retiro en parte lo dicho. Sería un error o despiste de tu profe, porque "besarkada" a secas sonar suena fatal, y eso te lo puede decir no sólo un académico pedante si no cualquier vascoparlante tradicional, miembro consciente de la sociedad popular rural tradiconal vasca, es decir, un "cashero" (con todo el amor) y cuya opinión me parece incluso más importante.

      Hablas de Sabino, mira, no tengo muchas ganas de perder el tiempo hablando en castellano con una persona sabiendo que conoce euskera (aunque no sé hasta que punto). Realmente escribes con mucho cariño y respeto, lo cual es de agradecer y no dudo que tanto tú como Enrike amáis sinceramente Euskalerría pero insisto en que la gente de Caserío no es tal como lo pinta él o al menos no era así hasta hace poco, de verdad. Y éso hay que decirlo cláramente. Por otro lado, esas falsedades no las ha inventado él pero las utiliza.

      No es sólo Sabino Arana. Esa nueva forma de, bueno, digamos, adoctrinar a la chavalería - sé que "adoctrinar" no es la palabra más adecuada porque puede ser apropiado para su beneficio por los "españolistas", pero en estos momentos no se me ocurre otra mejor - empezó a generalizarse desde aproximadamente la década de 1960 con el nuevo nacionalismo vasco, de corte izquierdista, pero ántes no era así, o al menos no era así en los pueblos. Acaso sí entre la burguesía de las ciudades y villas grandes donde el PNV tenía vigor pero no en los pueblos pequeños. Y antes de que naciera Sabino, ná de ná.

      Sí que se transmitiría el orgullo de ser vasco, pero no de una manera tan directa y nacionalista como da a entender Enrike.

      Yo me explico muy mal, lee a Patziku Perurena, que además escribe en un delicioso euskera popular. Son muchos los artículos que ha escrito sobre este tema de "lo tradicional vasco" versus "lo inventado por nacionalistas burgueses de Ciudad que se trata de pasar por tradicional".

      En castellano tienes a Eduardo Gil Bera que a menudo suele tratar el mismo tema. También es de pueblo de toda la vida (aunque nacido en Tudela) y conoce el ámbito rural bastante mejor que los urbanitas. Tienes tambíen a Matías Múgica, que habló alto y claro en su momento. Por último, hay un artículo de Félix Rodrigo Mora titulado "El país del Pargo Salado" de donde he cogido algunas ideas (http://www.felixrodrigomora.net/EL%20PAIS%20DEL%20PARGO%20SALADO.pdf).

      Besarkada bat!

      Eliminar
  5. Lo de "Pueblo que habla euskera desde que el mundo es mundo", a la luz del conocimiento de hoy en día, dejando a un lado mitos y fantasías etno-narcisistas, no tiene ningún sentido. Para ilustrarlo un poco, ahí va una entrada de Eduardo Gil Bera, extraída de su blog. Puede que a algunos les resulte jocosa e irreverente y desde luego la perspectiva de este escritor y traductor euskaldún puede ser discutible, pero desde luego no se puede decir que desconozca el tema del que habla :
    El puente de Legasa


    tiene en el tajamar central, a ras del agua en gran estiaje, una piedra importante de cantero, y en la cara que mira a la margen izquierda, esta inscripción: Anno Domini 1681. Así lo comuniqué en un almuerzo de intelectuales, con el consiguiente revuelo, cómo, tan antiguo, dónde, qué va, a ver, toda la vida yo pasando y tú me vas a decir, vete a saber cuándo lo harían, y así todo.

    Estos vascos son risibles. Te dan la vara con el neolítico, pero les choca que el puente no lo hiciera la Diputación el año pasado, o el diablo cuando Cristo perdió la boina. Lo de 1681 les parece intolerable. Pues eso no es nada. Antes habría otro, y se lo llevaría el río. Pero este, al menos desde entonces, aguanta riadas, algunas ha habido, los ríos son antiguos, más que los vascos. Hasta ahí, más o menos, puede que aguanten sin tirarte al río propiamente dicho. Pero entonces les digo pues Bidasoa no es nombre vasco, no es vasco, toma Tomás. Aquí ya callan, por falta de vocabulario, y por la rabia que les da. Pues no; es celta. Un teónimo más viejo que la pana. Como la Bidouze, esa regata que pasa por ahí, por donde los frantsas. Entonces, ¿qué hicieron los vascos, ponerle nombre celta porque sería moda o así, no? Siempre hay algún alma conciliadora. Y a mí me alegra.

    Pues no, no había vascos entonces, estaban sin hacer, no a falta de hervor, como ahora, sino sin hacer, ni siquiera de encargo. Aquí vivían hace tres mil años unos indoeuropeos de habla lusitánica. Hacían sus dólmenes y sus carnavales. Y hablaban en lusitánico, testimonio es el mismo Narbarte. Qué es eso de lusitánico. Bueno, como si dijéramos portugués. Alto, portugueses he conocido yo. Algunos pasamos por ahí, aquí se nos murieron cuatro, etc. La cuestión se reconduce. Me han perdonado.
    (continúa)

    ResponderEliminar
  6. Hola,

    Al hilo de mi comentario anterior, quiero dejar claro que Eduardo Gil Bera también escribe en euskera, aunque últimamente abunden más sus obras en castellano. Para los que sepan vasco, aquí hay una interesante entrevista que le hizo Argia. No estoy completamente de acuerdo con lo que dice pero es una opinión. Desde luego, ya el título de la entrevista es toda una declaración de intenciones que también enlaza con el comentario anteriora éste: «Lehen geure buruaren mespretxua genuen, orain hiperespezialak gara» (http://www.argia.com/argia-astekaria/1969/eduardo-gil-bera-lehen-geure-buruaren-mespretxua-genuen-orain-hiperespezialak-gara).

    El también traductor euskérico Matias Mujika sí que no ha escrito muchos artículos en vasco pero al menos tiene un interesantísimo artículo en la revista Jakin: "Euskal kulturaren gainean, bigarrenez", que se encuentra en esta dirección: http://www.jakingunea.com/50urte/pdf/Jakin98_107/Jakin98_107_109.pdf

    "Anónimo 2" (Ibon)

    ResponderEliminar