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Huelga de cuidados


HUELGA DE CUIDADOS.
Unas amigas me envían esta convocatoria:

14N: Huelga de cuidados, huelga feminista Enviado por AraInfo, Achencia de Noticias d'Aragón el 9 noviembre, 2012.


De cara al 14 de noviembre vuelven los “Comandos de Cuidados”. La propuesta es ponernos nuestro mejor delantal, guantes y utensilios varios con un cartel “Huelga de Cuidados” y salir a la calle, tanto el día 14 como los días previos, para explicar en la calle, en los mercados, en las plazas y donde se nos ocurra que el día de la huelga lo paramos TODO, también los cuidados. Queremos visibilizar que también son trabajo los trabajos de cuidados que se realizan dentro de los hogares, sin remuneración alguna, y desarrollados casi siempre por mujeres. Estos trabajos invisibilizados y realizados gratuitamente, son indispensables para la sociedad, y la base sobre la que se sustenta el sistema capitalista y patriarcal. Vamos a contarle a la gente que no lo sepa lo que es una huelga de cuidados y por qué es necesaria.

Nos apoyaremos en el díptico “Comando de Cuidados” (es importante imprimir a doble cara para cortar por la mitad, haced las copias que podáis). Haremos quedadas varias los días previos y el día de la huelga, de las que iremos informando, pero la idea es que cada una se busque un grupito, o se lleve los dípticos en el bolsillo cuando vaya al mercado, y se monte un Comando de Cuidados en su barrio. Sería estupendo también que se organizaran desde las asambleas de barrio.

¿Qué queremos?

Denunciar que se relegue el trabajo de cuidados a las mujeres y se exima a los hombres de ellos como si se tratara del orden “natural” de las cosas.

Denunciar que el trabajo en los hogares, invisibilizado por su gratuidad, es la base de todo este sistema.

Poner el mantenimiento de la vida en el centro (y sacar de ahí a los mercados).

Redistribuir y colectivizar los cuidados, más allá de la familia nuclear, pero no sólo de mano de las mujeres.

Reconocer lo que supone la reproducción.

Acabar con el mercado financiero porque no tiene en cuenta a las personas, ni el ritmo de la vida, NO responde a nuestras necesidades y se está cargando el planeta.

Denunciar la plusvalía emocional, afectiva y sexual de las mujeres en los hogares.

Reconocer lo que supone la crianza/educación.

El derecho a cuidar y  a no cuidar.

El derecho al autocuidado y al cuidado.

¡Organízate vecina! ¡No estás sola! ¡La huelga será feminista!



Me gustaría más adelante hacer reflexiones más profundas sobre el fondo radicalmente pro-sistema de tales presupuestos,  hoy simplemente dejo en una pequeña prosa poética, mis emociones.


Se nos pide que el 14 hagamos huelga de cuidados, por lo tanto no habrá desvelos ni solícita atención a los hijos e hijas, no habrá desayunos ni  trenzas o coletas ese día, no supervisaremos el lavado de cara ni limpiaremos los mocos de los más pequeños, los besos gratuitos que cuidan lo más hondo estarán prohibidos, celebraremos la grasienta hamburguesa, la comida basura que nos libra de la tiranía de los pucheros, no habrá fruta pelada ni bocadillos para la merienda, no ataremos cordones de zapatos ni miraremos a los ojos con gesto cómplice y sostenedor, no habrá tiritas en las heridas ni sopa caliente para cenar.

No tendrán los ancianos la visita,  la amena compañía y el diálogo con aquellos a los que antes cuidaron como brotes de sí mismos y de todos los ancestros.

Una huelga de cuidados, huelga de cariños y de amores, no habrá besos, ni abrazos ni caricias, lo de menos los platos sin fregar que quedarán resecos para el día siguiente. Un conflicto colectivo que propone que todo lo que se hace por amor se haga por dinero, pues lo que es gratuito es invisible y no reconocido, habida cuenta de que el reconocimiento ha de ser siempre monetario y venir de las instituciones y gobiernos.

Claro, que es solo paro femenino; podrán nuestros hermanos los varones realizar las tareas cotidianas, el trajín rutinario de los días, teniendo en cuenta que, para una mayoría, es lo habitual y acostumbrado, me consuela esto un tanto, pues la vida no suele detenerse por las convocatorias sindicales.

Añoro esos tiempos en los que las huelgas iban contra el Estado y los patronos, quedáronse obsoletas y antiguallas esas luchas de clases, la fraternal revuelta contra los de arriba ahora se traslada hacia el de al lado, convirtiendo en virtud doblegar al afín y semejante aun a costa de pactar con el Estado, para recuperar, nos dicen,  esa otra plusvalía, la explotación afectiva que la llaman, el excedente de amor de las mujeres que disfrutan los hombres o los niños sin ser remunerado cabalmente.

Parece que los tiempos, al fin, están cambiando.

4 comentarios:

  1. No, no comprendo esa convocatoria, ¿hacer huelga contra la familia? ¿también somos trabajadoras? ¿mercantilizadas? No, no comprendo esa convocatoria. Debemos predicar con el ejemplo de amor a los demás, no tanto estar midiendo cuánto damos y a quienes y por qué. Es dar con la confianza que es lo que se debe hacer y que cuantos más seamos más seremos. La huelga es otro asunto, las reivindicaciones nos sacan fuera de nuestros objetivos. Podemos estar indignados con la vida que tenemos pero una huelga para salvarla no tiene sentido. Unamos fuerzas sí pero tiene que ser otro el objetivo. Busquemos esa mete y luchemos por ella.

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  2. Gracias, Prado y a las amigas feministas que denuncian la no valoración de la satisfacción de necesidades básicas. No hay conflicto, el conflicto deriva de dar por sentado el sistema actual, y si lo damos por sentado sí hay conflicto. Por un lado las amigas que realizan la convocatoria tienen necessidad de que se tenga en cuenta que hay un tiempo importante dedicado a satisfacer necesidades básicas de cuidado, mantenimiento de la casa, las personas mayores, los hijos, la alimetanción etc. Tareas que que suelen recaer en las mujeres (aunque no siempre, también hay hombres que se ocupan de mucho de ello al igual que sus compañeras y también hay mujeres que hacen dejación de ello). Aunque seguro que muchas de ellas hacen este “trabajo” con amor y dedicación, también creen que se debería valorar cómo parte de la satisfacción de las necesidades básicas. En el sistema actual, eso que piden da como resultado la mercantilización de los cuidados, y eso creo que ni Prado lo quiere ni ellas tampoco, ya que en un momento de su comunicado dicen que quieren poner la vida en el centro y sacar de ahí a los mercados. Pero en el marco sistémico actual lo que se deriva de sus “quejas” es la mercantilización de los cuidados. En otro marco democrático que podemos construir, en otra sociedad y en otra economía futurible, podríamos tener un sistema justo, sin dinero, sin mercado y sin Estado, que contabilizara las horas dedicadas a tareas del hogar y los cuidados como horas de “trabajo” básico que darían derecho a unos “vales básicos” que servirían para satisfacer otras necesidades. Y eso sería válido para todo el mundo que dedicara tiempo a satisfacer necesidades básicas, no sólo serían las mujeres. De esta forma se satisfarían las peticiones de las amigas que convocan la huelga de cuidados, pues se valorarían los cuidados como esenciales satisfactores de necesidades básicas, pero, como denuncia Prado, no se mercantilizarían, pues no entrarían en el juego del dinero y el mercado, sino en otra nueva economía. Para eso hace falta dejar de dar por sentado el sistema actual y ponernos a construir un nuevo sistema. Una inspiración, en muchos sentidos pero también en este caso para esta idea de reconocer el trabajo de cuidados como satisfactor de necesidades básicas que dan derecho a vales básicos, la podemos encontrar en el paradigma de la Democracia Inclusiva, aquí podéis leer más su propuesta económica: http://www.democraciainclusiva.org/txt/6.pdf.

    Por otro lado, me parece bastante triste hablar de plusvalía emocional, afectiva y sexual de las mujeres en los hogares. Es evidente que esto también forma parte, tal y como ellas mismas admiten, del mal sistema de organización social que tenemos, que nos aísla y no facilita la vida en comunidad ni el poner la vida y el cuidado en el centro de la existencia. Pero no debemos vernos cómo víctimas y esclavas sexuales o afectivas. Busquemos aquí también nuevos paradigmas y modelos, nuevas formas de entender y construir las relaciones de amor, el sexo, la convivencia, la comunicación emocional, la família. Experimentamos, construyamos, practiquemos. Ya sabemos que lo que tenemos no nos vale. Pero ya basta de victimismos que nos paralizan y nos incitan al resentimiento y al odio.

    Sólo el amor nos salvará (http://www.youtube.com/watch?v=Dda3KKqojRw)

    Abrazos y gracias por incitarme a la reflexión,

    Laia









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  3. La sociedad ha tocado fondo. La inteligencia se eleva como el humo, perdiéndose por el horizonte. El ser humano muerde el polvo mientras olfatea el ano del poder. Anhela ser burgués, quiere ser "amo" pero nunca lo será. Ese es el engaño de esta absurda sociedad, de este sistema irracional y macabro en donde los hijos de la gran puta son los "bien valorados".

    Quiere ser inmortal, no envejecer, pero no se da cuenta de que eso no es posible, ¡pedazo de imbécil!. Sus ideas, pensamientos, deseos son todos fabricados, no son suyos. Su alma ha sido programada desde la infancia para ser un puto esclavo que se cree libre, nada más. Jamás usará la fuerza para liberarse porque le han lavado el cerebro para que no lo haga.

    Confía en los políticos pero no confía en su mujer o en su marido. Se cree lo que lee en los putrefactos periódicos pero se enfada con lo que le cuenta su hijo. Hombre moderno, ¡eres un gilipollas! Un cobarde, un mierda, capaz de hacer cualquier cosa con tal de tener bienestar material. Tan sólo sabes odiar, eres el resultado de la apestosa ciencia moderna, de las ideas macabras del siglo XIX.

    Te inyectan venenos y tu das las gracias. Pedazo de subnormal. Te escupen en la cara todos los días y encima te sientes agradecido. Ya has olvidado la memoria de tus abuelos y por eso eres un niño perpetuo, un completo retrasado mental que se cree inteligente por tener un absurdo título universitario. Pero no eres nada, absolutamente nada. Te pisotean a cada instante.

    Encima eres un inútil que no sabes hacer casi nada, excepto agachar la cabeza y proseguir tu camino para ser como los demás. No quieres ser diferente, te da miedo, porque eso es lo único que tienes en tu puta vida, miedo, un miedo continuo. Vives paralizado. Acomplejado de ti mismo. Tu físico te resulta odioso porque no encaja con lo que ves en los anuncios de publicidad.

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  4. Te dejas engañar. Eres un bulímico de la mentira, la deseas, la quieres, la necesitas, aunque cuando no te ve nadie, vomitas, porque tu cuerpo no puede digerir tanta falsedad, tanto engaño. Pero prefieres seguir viviendo así, auto-engañado, imaginando que las cosas mejorarán, que alguien te salvará mientras tu te bebes una cerveza y te comes una pizza viendo un partido de fútbol.

    Eres una cosa horrenda, tu rostro sólo refleja el colapso de tu SNC. Te han enseñado a ver tan sólo lo negativo de los demás, a despreciarlos, pero tu, sin embargo, te crees perfecto. Y por eso no te ves ni el ombligo.

    Y vosotras, feministas de mierda, fascistas, sois la peor de todas las escorias. Vuestro cerebro es completamente plano. No tenéis ni puta idea de nada. Por eso pisoteáis a los hombres. Os creéis superiores a ellos. Pensáis que ahora podéis pasar por encima de nosotros como si fuéramos mierda. Claro, el Estado os protege. Si, aunque os de por el culo todos los días.

    Calláis la boca como putas ante lo que está pasando, torturas, encarcelaciones a inocentes, discriminación, etc. No merecéis muchos más comentarios. Pero, ¿por qué no salís a manifestaros contra la Ley de violencia de Género?, ¿contra las mentiras del régimen?, ¿contra el trabajo asalariado?, ¿por la libertad? Para eso no tenéis tiempo, ¿no? Lo necesitáis para chuparle las pollas a vuestros jefes o a vuestros queridos políticos que os subvencionan. Claro, es más fácil ser una puta basura que tener dignidad, valores, virtud. De eso vosotras no sabéis, claro, si ni siquiera sabéis pensar. ¿Para qué pensar?, ¿para qué me voy a interesar por el conocimiento? Ya lo tenéis todo hecho en vuestra humillante vida, ¿no?

    Este comentario va dedicado a todos esos hombres modernos que aborrecen el pensamiento y el conocimiento y a esas mujeres que se odian a sí mismas, que odian a los niños ya que no les darían ni de mamar y que odian a los ancianos que le dieron la vida. A todas esas mujeres que odian su cuerpo, su sexo, su esencia de mujer. A todas aquellas que piensan que el pene no es un órgano masculino y que no tiene sexo. A todas aquellas que les han lavado el cerebro y que odian lo rural porque piensan que es indigno y machista.

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