LAS NUEVAS TABLAS DE LA LEY
PARA LA MUJER MODERNA
Laia Vidal y Prado Esteban hemos reflexionado al alimón
sobre la campaña de la web de Vicky Form, una marca de lencería. En 31 imágenes
de mujeres cuya mirada expresa un estado entre la hostilidad y el desafío se
presentan 31 consignas de los que las lectoras elegirán 10, para definir lo que
debe ser la nueva mujer, dicen “Mandamientos dirigidos a la nueva mujer que es
sensual, atrevida y con total libertad”. ” (con total libertad para
comprarse una liga cada mes y cambiar de sujetador cada dos, y si además cambia
de pareja habitualmente, todavía mejor, porque será necesario volver a
reencantarlo…). Es curioso que la campaña proclame asimismo: “¿en qué momento
dejamos que alguien decidiera por nosotras?" Y al puntualizar a quién se dirigen
los mandamientos la marca ya está decidiendo cómo es la nueva mujer; así pues este alguien que decide por nosotras pasa de ser implícitamente “los
hombres” a ser explícitamente “la empresa”.
De las 31 consignas, 29 son negaciones y exigencias, las dos únicas en positivo son
“Tengo la responsabilidad de luchar por los derechos de la mujer” y “mis
orgasmos son mi responsabilidad”. La mujer del presente se define por lo que no
quiere, no hace, no desea, no acepta, es una personalidad de la exclusión, del
vaciamiento interior, su aportación positiva es tan restringida, sexista y
limitada que no puede ser factor de crecimiento personal, sino que viene a
fortalecer ese encierro personal en lo mezquino, es decir el enclaustramiento
en formas cada vez más perfectas de encogimiento intelectual, moral y
existencial.
“¿Quién decidió que no podíamos IMPONER nuestras
reglas?”. Este mensaje, ataque de quien se sitúa a la defensiva, evita proponer
cómo debiéramos encontrar nuestras reglas, reflexionar nuestras reglas, cambiar
nuestras reglas... y propone como aspiración femenina el IMPONER, la búsqueda de un poder sin limitaciones.
La mujer tiene que elegir entre desafiar las convenciones
comprando la ropa de Vicky Form (ropa, por cierto, muy cara) o pertenecer a ese
universo de las sumisas y esclavizadas sin poder de compra.
El dinero y todos los instrumentos para conseguirlos son
la marca de la libertad, una libertad que tiene una connotación siempre
negativa, de enfrentamiento con el otro, especialmente con el varón. Nunca se
plantea que la sumisión es un acto de la persona que no está vinculada de forma
especial a la dependencia económica, que en la realidad hay mujeres sin
independencia económica que no tienen comportamientos sometidos y otras, con
trabajo y dinero que practican el
vasallaje y la subordinación en sus relaciones (lo que sucede cada vez más, no
con el marido, sino con los jefes). La autonomía de la mujer depende más de la
participación y compromiso social y estará garantizada solamente en una
sociedad con democracia verdadera, es decir, con autogobierno, en ella la mujer
será tan libre como el hombre pero no más.
En los hechos estas campañas destruyen unos estereotipos
para construir otros muchas veces peores e incluso para afianzar aquellos que
dicen criticar, como sucede siempre con la publicidad contra los supuestos
males sociales que deviene en aumento de las conductas que se pretenden limitar
como sucedió en el pasado con las campañas contra la droga y hoy con el alcoholismo
juvenil y con las leyes contra el tabaco o la violencia de género que sirven
sobre todo para normalizar conductas y acciones que en el pasado se veían con
horror y bochorno por toda la sociedad.
Podríamos entre todas buscar otras consignas alternativas
o un comentario a cada una de ellas que muestre su sordidez.
PROPUESTAS:
De Laia:
·
“Trabajaré para no depender económicamente de alguien”
(salvo de mi jefe)
·
“No aceptaré ganar menos que él” (quiero ser igual de
esclava)
·
“Lucharé por los deberes de la mujer”
· Satisfacer a otro me causa tanto placer como mis propios
orgasmos, a mi pareja le sucede lo mismo.
· Me comprometo a resarcir los lazos de la comunidad para
evitar la necesidad de ligarme a un hombre o de no poder abandonar una relación
para que mis hijos tengan un padre.
De Prado:
·
Salir de la sumisión es mi obligación e impone la
autoexigencia y el esfuerzo.
·
Todo lo que media el dinero nos esclaviza.
·
No me dejaré avasallar por la publicidad.
Os animamos a contribuir y realizar una contra-campaña a
favor de la auténtica emancipación de las mujeres.
Una pequeña corrección :
ResponderEliminar"así pues este alguien a quien la mujer busca agradar pasa de ser implícitamente “los hombres” a ser explícitamente “la empresa”."
debería ser:
"así pues este alguien que decide por nosotras pasa de ser implícitamente "los hombres" a ser explícitamente "la empresa".
gracias!
Por cierto cada vez veo más mandamientos nuevos!la contracampaña va a ser dura;)
Ese de "le exigiré a la política..(es decir a los políticos profesionales)que trabajen por la mujer"------> "Trabajaré para construirme a mí misma"
Tienes razón Laia, ha sido un lapsus al pasar las notas, ya lo he corregido. Muy gratificante el trabajo conjunto.
EliminarBuen trabajo, esto de hacerlo conjuntamente puede ser una fórmula a probar bastante. Puede servir mucho hacer equipos de personas con más experiencia y con menos, para ayudar y animar a las que no tenemos todavía mucha práctica escribiendo.
ResponderEliminarA seguir adelante. Nos vemos en Barcelona, María, si vienes a presentar el libro! (esto es una sugerencia, jeje)
Pues si, Joan, el hacer cosas colectivamente nos ayuda a mejorar a todos. Reconocer la valía del punto de vista de los otros, cercano pero no idéntico al propio, es un acto muy enriquecedor y creativo, las dos lo hemos hecho en este pequeño artículo. Es, además, un instrumento para la relación afectiva porque hay intercambio casi íntimo de ideas, para salir de la cárcel del yo y sumergirse en procesos en los que el impulso y la práctica personal alimente corrientes de acción y transformación verdaderamente poderosas.
EliminarCuando quieras hacemos un proyecto común.
Espero ir a Barcelona pronto y poder departir un rato.
Estos “mandamientos” no reflejan la realidad de este país. Hace años que quedó claro que ninguna mujer tiene por qué depender económicamente de un hombre. El término “solterona” hace rato que pasó a la historia. De hecho, hoy lo “guay” es ser “single”, tanto hombres como mujeres. Lo de embarazarse para mantener a un tío a tu lado es de telenovela mexicana, no es de la realidad social española, aunque puedan darse casos. Y lo de quedarte con un hombre para que tus hijos tengan padre me da la risa, en un país con unas tasas de divorcio estratosféricas y donde la mujer se queda con la casa, los hijos y la pensión. El tema de los orgasmos.... en fin, que no estamos en los años 40. Y lo mismo vale para el tema de los condones. Lo que me deja perpleja es lo de “Mi estado de ánimo no dependerá de nadie” ¿Cómo se supone que hay que entender eso? Que te entristezca o te alegre lo que les pase a los que te rodean ¿es “de sumisas”? En resumen, se nos da una imagen de las mujeres como grupo más propia de la realidad de un país en vías de desarrollo, tipo México o Venezuela. O sea, se nos engaña descaradamente.
ResponderEliminarNo hay NI UNO SOLO de los “mandamientos”(la palabrita me da “yuyu”, la verdad...) que haga referencia a problemas QUE SÍ TENEMOS las mujeres españolas, en especial uno: la maternidad. Nadie habla de exigir unas condiciones socioeconómicas que permitan criar a nuestros niños como se merecen. Y tampoco hay NI UN SOLO mandamiento en contra del orden político y económico que es quien esclaviza realmente a la mujer (igual que hizo primero con el hombre). De hecho, esperan que sea la política la que “trabaje por la mujer”(¿Se puede ser mas ingenua?)Este punto es lo que delata que la campaña viene dirigida “desde arriba” y por tanto busca los intereses “de arriba”.
A los 20 años, quizá me la hubiera tragado.
Con 39 ya entendí que lo venenoso es mejor no tragarlo...
Magnífico post.
Un saludo.
Muy de acuerdo Asun. Mucho me gustaría poder conocer más de tu experiencia en el ejército porque el conocimiento directo de las cosas no es comparable a nada, la experiencia es la forma superior del conocimiento. Además la imperiosa necesidad que hoy tenemos de recuperar una feminidad auténtica autoreconstruida a escala horizontal y no dirigida desde los medios de adoctrinamiento, precisa mucho de la reflexión sobre nuestra existencia como mujeres, tal vez tendríamos que buscar instrumentos para compartir estas reflexiones.
EliminarHace un par de años, cuando empezó lo del facebook, compartí mis opiniones con varios grupos feministas, pero el formato acabó por cansarme y quedárseme pequeño. También me cansó ver cuánta ingenuidad y adoctrinamiento existe entre las mujeres hoy en día. Ahora ya no escribo en facebook apenas, pero sí se me ha pasado por la cabeza escribir un pequeño libro que resuma mis ideas y experiencias. Ahora mismo, no puedo darte fechas concretas, pero a medida que vaya escribiendo algo me pondré en contacto contigo y te lo paso por si te sirve de referencia para tus estupendas conferencias.
EliminarUn saludo
Te dejo mi email: asuncion.del.prado@gmail.com
Hola Asun,
EliminarNo creo que términos solterona o embarazarse sean de telenovela mexicana. Según el entorno en el que te muevas, existen "estereotipos" vivientes que todavía arrastran muchos de esos mandamientos.
Cuando empiezas un taller sobre discriminación o identificación de sexismos, lo que más me desespera es encontrar mujeres y hombres que no se han sentido nunca discriminadas.
En mi casa fue en el primer sitio en el que me discriminaron con la excusa de ser la mayor. Yo era quien tendía la lavadora, mis hermanos pequeños podían romperla.
¿El tema de los orgasmos está fuera de contexto? Lamento explicarte que yo que considero que disfruto del sexo, soy una total desconecedora de mi cuerpo. Sé lo que me gusta, tengo orgasmos de dos tipos que hasta hace poco dudaba si eso era posible. Eyaculo y he tenido que soportar algún comentario que me hacía dudar si eso era orina o flujo vaginal y resulta que sí, que existe el punto G y la eyaculación femenina.
¿El tema de los condones olvidado? ¡No me creo nada! A la mayoría de personas con las que he estado sin preservativo han alucinado cuando les he dicho que no había sexo sin preservativo. Casi nadie ha usado el preservativo femenino y el coste del mismo está por las nubes.
La maternidad, el orden político, la conciliación, etc. son muchas de las discriminaciones que sufrimos en silencio (como las almorranas) y que ya va siendo hora de denunciar y gritar a los cuatro vientos.
Si todo lo expuesto es "normal", ¿por qué sigue siendo tabú? ¿por qué no hablamos abiertamente sobre los dolores menstruales y su vínculo con el poco ejercicio de la musculatura del útero?
Añadiria: "Repudiarás tanto la anoxeria como la obsedidad". Me da la impresión, que en los últimos tiempos un sector feminista quiere hacer pasar por normal que las mujeres esten obsesas o "rellenitas". ¿No tendrá más que ver con el estilo de vida moderno? Mala alimentación (pocos alimentos crudos: frutas y ensaladas) y vida sedentaria. Como ya dijo Julio Verne en "Paris en el siglo XX": "ya no hay mujeres (...) se han pasado al género masculino y ya no merecen la mirada de un artista ni la atención de un amante".
ResponderEliminar