tag:blogger.com,1999:blog-8212112619117540597.post5816267170265903518..comments2023-05-29T13:02:39.209+02:00Comments on Estar de pie es propio del que lucha: La guerraLibertad Conscientehttp://www.blogger.com/profile/02848530255367730017noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-8212112619117540597.post-23879587630294445382015-09-28T07:21:24.367+02:002015-09-28T07:21:24.367+02:00Aunque la Segunda Guerra Mundial terminó hace 70 a...Aunque la Segunda Guerra Mundial terminó hace 70 años, a día de hoy las consecuencias de la misma siguen estando presentes. Recientemente una mujer de 91 años fue acusada por una fiscalía de Alemania de estar implicada en 260 asesinatos en el campo de exterminio de Auschwitz. Cientos de guardianas del régimen nazi no son tan recordadas como sus camaradas masculinos, pero algunas de ellas fueron mucho más crueles. Cuatro brujas feminazishttp://actualidad.rt.com/actualidad/187019-brujas-nazis-aterrorizaron-mundonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8212112619117540597.post-79222759890902838532015-09-05T22:38:44.819+02:002015-09-05T22:38:44.819+02:00Leemos que hoy el modo bélico se reproduce en div...Leemos que hoy el modo bélico se reproduce en diversos ámbitos del ser humano. En la raíz de la confrontación los contendientes son extremadamente desiguales: el sistema y el individuo. Goliat contra David, siendo Goliat quien maneja esta vez la honda. ¿Sabe David que está en guerra? Un general chino tenía por lema no declarar la guerra hasta contar con garantías de alzarse con la victoria. En la guerra contra las personas hoy el general es más maquiavélico: se infiltra entre ellas, gana su confianza y con una sigilosa perfidia va rindiéndolas, sin haber declarado la guerra; el rendido, a merced de quien lo rinde, no se sabe sometido. ¿Qué mayor victoria! Es su logro el disimulo, la estafa. Perdura su influjo hipnótico y el embaucado llega a abuelo, con hijos embaucados y nietos embaucados. Si nadie se percatara, ¿cuál sería la diferencia? Si el vencido no se aprecia tal, ¿es más o menos vencido? ¿Tiene sentido plantearse que alguien creyéndose libre fuese en verdad esclavo? El criterio diferenciador entre lo uno o lo otro parece tan sólo radicado en la mente sibilina del general, el único que cuenta con una apreciación por encima de las intersubjetivas por él inducidas, como la ilusión del prestidigitador. ¿Cómo sabernos presos en esta abducción? ¿Qué te despierta? Hay quienes no despiertan e incluso quienes, por apesebrados o por temerosos, optan por el amodorramiento. El despertador es la voz disidente de afuera. Pero no cualquier disidente, porque el poder fingidor adopta formas engañosas con que someter cualquier conato de rebelión. Es la voz que te mostrará la huella de tu hacedor y cómo ésta contradice la impronta que en ti pretendió dejar el punzón del sistema. La huella: Eres limitado, propenso al error más que al acierto, más incorrecto que correcto. Tantas las veces en que lo que querías hacer no lo haces y tantas en las que haces lo que no querías. Puedes llamar a estos desatinos “pecado”. Conciliado con tu naturaleza, te comprendes y perdonas. En ti repercuten los despropósitos de otros que son tus semejantes, y perdonas; alguno de tus errores ha hecho mella en uno de ellos, y le pides perdón. La cadena de desatinos traba a la par eslabones de perdón, camino de igual a igual, yendo y viniendo; perdonas y eres perdonado. Y en este tránsito y trasiego en que recibes y entregas a tus afines, tu familia, tu comunidad, no hay agentes ni pacientes, sólo acciones por todos traspasadas. Y te entregas a una bendita tarea que llenará tus días: enmendar lo incorrecto, aceptando humildemente la falibilidad de tus enmiendas. Y en este propósito progresa la sociedad con la que eres, repercutiéndote dignidad porque la dignificas. Atrás quedará aquel camino de abajo arriba que andabas en busca de un amparo egoísta, que te reportaba la Ley, que establecía crímenes y castigos, y el juez que aislaba acciones y determinaba agentes y pacientes, culpables e inocentes, hasta dentro de tu propia familia. Qué atrás la infalibilidad de la doctrina aprendida y la conciencia programada. Atrás el maniqueísmo donde sólo te dignificas si se humilla al otro. Atrás, atrás.<br />Tan sólo estamos en el preámbulo. Todas las guerras libradas en campos de batalla se han precedido de totalitarismos maniqueos. Será éste el prefacio relativamente más extenso que otros precedentes. Pero no somos tan distintos a los que han sido. Volveremos a escribir capítulos en el Libro de la Guerra. (Entendámonos, hablo de la Tercera. Innegable es que ha seguido habiendo guerras.) Todos los artificios de la ingeniería social, por más que se aproximen a objetivos, ni abarcarán ni contendrán todas las variables en contienda. Se demostrarán fracasados y sólo habrán servido para empobrecer al hombre y devastar la espiritualidad de su interrelación y proyecto. <br />El único consuelo que tenemos está en oír la voz del disidente, que entusiasma al individuo y recuerda que, gota a gota, se horada la piedra; pero trascenderá como un copo de nieve caído en el desierto. Perseveremos, no obstante, por actuar en conciencia.<br />Anonymousnoreply@blogger.com